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Ingesa explica la mayor morbimortalidad por la cifra de residentes de origen marroquí adultos con enfermedades sin controlar
El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) sostiene que, desde el cierre de los centros de salud a las 17.00 horas a finales de 2014, “no se ha producido un aumento significativo de las urgencias ni en el Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) ni en el Hospital”.
El director territorial, Fernando Pérez Padilla, hizo hincapié en su comparecencia ante los medios de comunicación en que en el centro del José Lafont, un año antes del cierre, las urgencias se incrementaron en casi 5.000 y, con los centros cerrados, el aumento fue tan sólo de 600 al año siguiente. El responsable de la sanidad pública señaló que igual sucede en el Servicio de Urgencias del Hospital, donde el año previo al cierre el incremento de las urgencias es de 4,64, por 5,37 del 2015, es decir, 457 urgencia más al año, aproximadamente 1,5 al día, tasa de crecimiento inferior años anteriores, en 2013 crecieron las urgencias un 7,02 por ciento.
El responsable de la administración sanitaria aseguró que este “ligero” incremento se produce “todos los años” y se debe a que crece la “población, hay más tarjetas sanitarias y, por qué no decirlo, a una mayor frecuentación de los usuarios a los servicios de urgencias”.
Para Pérez-Padilla, todo fueron ventajas en adelantar el cierre de los centros de salud a las 17.00 horas. “Ahora el usuario tiene más concentrados los servicios y, durante ese horario, tienen más accesibilidad a médicos y enfermeros, mientras que, cuando estábamos más dispersos, la frecuentación era bajísima y estábamos perdiendo recursos”, razonó el director territorial.
“Los datos son objetivos y las cuentas claras, número de urgencias atendidas (72.000 en 2016) entre número de horas de trabajo al año por profesional sale el número de pacientes hora atendidos por cada profesional en el hospital, algo superior a un paciente por hora y esos datos son absolutamente objetivos, sin menoscabo, como ya se dijo de que haya desigual reparto horario”, expuso Pérez Padilla. Unos picos horarios a los que atribuyó la “sobrecarga de trabajo” por la que protesta la plantilla de Urgencias del Hospital, “al igual que hay otros tramos horarios en los que la presión asistencial es mucho menor”.
Este portavoz de la sanidad asistencial recordó que el SUAP se reforzó con un médico residente y un enfermero más. Además, añadió, las encuestas de satisfacción de los usuarios sobre Atención Primaria dan un “sobresaliente alto” a la asistencia que se les presta, este año con un 92,38 por ciento.
Por otra parte, el director territorial explicó que la mayor tasa de morbimortalidad en Ceuta y Melilla se debe al “número de personas residentes que son de origen marroquí y vienen siendo adultos y no habiendo sido controlados preventivamente por nuestra sanidad; el mayor ejemplo es el de partos de embarazadas no controladas previamente”. Los datos de prevención sanitaria de la ciudad autónoma, en cuanto a estrategias de salud, esto es, cáncer de mama y colon, diabetes e hipertensión, entre otras, “son similares a las del resto de España”.