Cruz Roja atiende habitualmente en Ceuta a un número importante de familias ceutíes, a las que lleva alimentos durante todo el año. Sin embargo, a raíz del confinamiento y debido a las consecuencias económicas del COVID-19, este número se triplicó hasta llegar a más de 255.000 personas.
Una situación excepcional requería una respuesta sin precedentes y así ha sido: el Plan Cruz Roja RESPONDE frente a la COVID-19, lanzado el pasado mes de marzo tras la declaración del estado de alarma es la mayor operación de la historia de Cruz Roja Española en cuanto a la movilización de recursos, capacidades y personas.
Además de mantener su intervención habitual con las personas más vulnerables con las que trabajan cada año, este 2020 que ya casi nos deja han tenido que responder al enorme incremento de las demandas de ayuda y han multiplicado por tres su actividad durante este año. La causa: la pandemia, que ha hecho vulnerable a muchas personas que nunca lo habían sido hasta ahora.
De esta manera, han sido 255.379 personas las que han necesitado ayuda en este 2020 en nuestra ciudad y que han obtenido 263.608 respuestas. La entidad aclara que si una persona pide ayuda dos veces o más, se contabilizan todas las veces que ha sido ayudada.
En Ceuta, el voluntariado se encargó de las repatriaciones, de tomar la temperatura en todos los centros sanitarios de la ciudad, y al abrirse las comunicaciones marítimas, en el puerto a los pasajeros que iban a embarcar. Estos voluntarios atendieron el teléfono de información sanitaria sobre coronavirus de la ciudad autónoma en guardias de 24 horas, al igual que el teléfono de la Consejería de Servicios Sociales de la ciudad para peticiones de ayuda social.
Además, se puso en marcha el ERIE de Apoyo Psicosocial desde el minuto cero, pues muchas personas llamaban angustiadas ante el desconocimiento de lo que sucedía. Pero todo ello, sin dejar de atender a todos los usuarios de inclusión social que ya tenían antes, llamándoles con información de salud, ayudándoles cuando necesitaban que se les acercara la compra del supermercado o de la farmacia, acompañándoles a trámites, gestiones e incluso realizando la retirada de residuos.
Otra de las tareas más importantes de estos voluntarios en estos meses fue llevarle la alimentación, compras de farmacia y retirada de residuos a todas las personas que por COVID-19 se vieron confinadas en aislamiento, y a los casos positivos que vivían solos. Pero también estuvieron junto a los servicios médicos en las pruebas PCR a domicilios y en el reparto de mascarillas en la calle.
Todo ha sido posible gracias a la implicación de los más de cien voluntarios que colaboran con Cruz Roja en nuestra ciudad.