Esta tarde, los alumnos del Conservatorio Profesional de Música Ángel García han incorporado en sus pentagramas y cuadernos musicales una nueva nota: la ilusión. Los nervios a flor de piel, las ganas de subirse a un escenario y, por supuesto, la ilusión han sido los coprotagonistas y compañeros de escena de estos jóvenes músicos.
El Teatro Auditorio del Revellín ha acogido esta tarde el Concierto anual de Navidad del Conservatorio que, como cada año, ha sido realizado por los alumnos de este centro musical. Aunque los nervios han podido jugar alguna mala pasada, los músicos han sabido salir del paso con elegancia y profesionalidad, demostrando en cada momento lo aprendido durante las lecciones.
Con la solemnidad característica de este tipo de actuaciones, los jóvenes entraban y salían del escenario como si llevasen toda su vida dedicándose a actuar en teatros. Los ensayos y la preparación para este concierto se han dejado ver perfectamente sobre las tablas. Pese a que los alumnos han tenido que recuperar su hábito musical, las ganas, el esfuerzo y, sobre todo, la ilusión han hecho que ofreciesen un gran recital.
Tras la interpretación realizada por los alumnos de 1º, 2º y 3º de enseñanzas profesionales de Orquesta, y mientras se instalaba el piano, se ha recordado el motivo por el que los alumnos de la modalidad de viento no se encontraban en ese recital. Las rigurosas medidas adoptadas para esta celebración han hecho que se tomara esa decisión. Sin embargo, desde el concierto, mostraron su apoyo a todos esos alumnos.
Las actuaciones se han ido desarrollando de forma continuada, una tras otra. Después de cada interpretación al piano, se desinfectaba para que el siguiente alumno pudiese utilizarlo con toda seguridad. El broche de oro a este recital lo puso una orquesta formada por los estudiantes de 4º, 5º y 6º. Los aplausos del público han resonado en el Auditorio haciendo que estos jóvenes músicos dejaran a un lado, por un momento, los nervios y la situación en la que nos encontramos.
Con una vuelta marcada por la nueva normalidad y un concierto, cuanto menos, atípico para ellos, la ilusión y las ganas ha sido lo que más se ha notado en cada una de las notas musicales que estos jóvenes músicos desprendían de sus instrumentos.
Las medidas de seguridad establecida para los actos culturales, permitieron a los ceutíes que disfrutasen de esta tarde musical. Los propios músicos mantuvieron entre sí la distancia de seguridad y tuvieron la mascarilla puesta en todo momento. Incluso, la joven que interpretó un tema sobre las tablas, logró hacer llegar al público su voz con la mascarilla puesta.