La magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta dejó visto para sentencia un juicio seguido por un delito de uso de documentación falsa contra el llamado A.S. El Ministerio Fiscal, tras escuchar las versiones de los testigos, solicitó que se le impusiera una pena total de 24 meses de prisión: por el delito de falsedad documental 3 meses, mientras que a esto se le sumarían 21 más por un delito de sustracción. La Defensa, por su parte, reclamó la libre absolución de su representado, quien no se presentó a pesar de ser perfectamente citado.
El suceso al que se ha hecho referencia en este juicio tuvo lugar el 18 de enero de 2015. La Policía Nacional patrullaba por la noche por las calles de Ceuta y sus agentes se adentraron en el aparcamiento de la Gran Vía. Es una tónica habitual ya que suelen aparecer coches robados en el lugar. Los agentes empezaron a comprobar las matrículas de los vehículos estacionados y les sorprendió que la de un Land Rover no coincidía con ese modelo de coche. Hasta el día siguiente no pudieron hacer las comprobaciones y vieron cómo la matrícula era de un coche que venía registrado de las Islas Baleares. Al ponerse en contacto con la dueña de esa matrícula respondió que no le habían sustraído su coche por lo que tenían que seguir las investigaciones.
Los agentes se asomaron, según contaron en el juicio oral, por una de las ventanillas donde se apreciaba el número de bastidor. Ellos comprobaron que parecía alterado por lo que fracturaron una de las ventanillas para comprobarlo in situ y vieron cómo había una pegatina con el número de bastidor cambiado al original. Tras hacer las comprobaciones del bastidor apreciaron que ese vehículo estaba robado en Italia.
Los agentes siguieron con su labor para poner nombre a la persona que había falsificado tanto la matrícula como el número de bastidor. Confirmaron que un residente italiano había transportado ese coche desde el país hasta Ceuta. En el hotel La Muralla confirmaron que se había hospedado ese individuo y que estaba acompañado de A.S., el acusado. Tras hacer las comprobaciones con las compañías navieras coincidió que habían embarcado en el mismo barco dirección a la ciudad autónoma.
Tras la versiones de los hechos, el Ministerio Fiscal siguió acogiéndose a las versiones de los agentes, dando veracidad a lo relatado. Por su parte, la Defensa reclamó la libre absolución por las múltiples contradicciones de los policías con el atestado inicial que deja en el aire muchas de las versiones. Por ejemplo, explicó que el número de pasaporte no coincide con el verdadero de su representado.