Según publicaba esta mañana El Confidencial, la propietaria de Trasmediterránea, la Naviera Armas, se habría declarado en quiebra y habría llamado a sus acreedores para negociar una quita del pasivo de 800 millones de euros que acumula, argumentando que la crisis del turismo provocada por la pandemia es la principal causante de esta quiebra.
Horas más tarde, la Naviera ha salido al paso de esta publicación y ha negado la mayor, asegurando en un comunicado de prensa que no se encuentra en situación de preconcurso ni concurso de acreedores. "No existe, y desmiente rotundamente, otros calificativos vertidos a lo largo de esta mañana, que dañan la imagen de la empresa y de sus trabajadores", añaden en el comunicado.
Explican que el descenso en la demanda derivada de la crisis del COVID-19, "y con el objetivo de preservar su liquidez y optimizar su estructura de capital, Naviera Armas Trasmediterránea ha iniciado conversaciones con los representantes de los principales bonistas, para refinanciar o reestructurar los bonos con vencimiento en 2023 y 2024" que esperan "fructifique en la próximas semanas".
Así las cosas, la Naviera Armas Trasmediterránea "garantiza todos sus compromisos con sus proveedores comerciales", asimismo "garantiza la prestación de todos los servicios que viene prestando tanto en la Península como en los respectivos archipiélagos y en el Estrecho".
La compañía
Naviera Armas y Trasmediterránea constituyen el grupo naviero líder en España y uno de los principales de Europa en el sector del transporte marítimo de pasajeros y carga rodada. Transporta más de 5 millones de pasajeros anuales, tiene una flota de 40 buques que conectan los principales puertos de cuatro países y opera más de 100 conexiones de pasaje y carga en las rutas de Baleares, Canarias, Melilla, Ceuta, Marruecos y Argelia, según recoge su página web.
Cuando una empresa lanza mensajes de tranquilidad al poco tiempo quiebra, espero que no se cumplan los malos presagios.