La mayoría de las veces no somos conscientes de los tesoros históricos que hay en Ceuta. Una calle, un árbol, una fachada, un edificio, cualquier cosa oculta un origen que, de una manera u otra, hace que nuestra ciudad sea como es. Los tesoros, normalmente, están escondidos, pero muchas veces, los tenemos ante nosotros sin saberlo. Solo falta indagar y conocer su historia. Esto mismo pasa con el Convento de los Trinitarios, o lo que queda de él. En una esquina de la calle Alcalde Antonio López Sánchez-Prado, la Gran Vía de Ceuta, se erige un pórtico que antaño ocupó este edificio eclesiástico.
Su origen data de 1416 y tuvimos la oportunidad de hablar con el arquitecto que se está encargando de su restauración, Ángel Moreno, para conocer más de su historia. “Es contar más que la historia del convento. Es contar la historia de Ceuta, porque es que está directamente relacionado con el sitio de Ceuta, está relacionado con los trinitarios, está relacionado con la época medieval, incluso con la época romana. Entonces, eso te va a permitir ver cómo esta ciudad, no es una ciudad de hace poco tiempo. Es una ciudad que ha sido importante y estratégica en el mundo, durante muchísimos años”, señaló.
El Convento de los Trinitarios ha pasado por muchas etapas. “Ha pasado por tres o cuatro, por lo menos”, indicó Moreno. Antes de la creación del convento, había un edificio que ya ocupaba parte del espacio: la Madrassa Al yadida, un centro de enseñanza vinculada al origen de las escuelas universitarias. Tras la llegada de los portugueses a Ceuta, su función se vio modificada. “La primera es la fundación, o sea, la ejecución de lo que es la madrassa. Después, cuando pasa a convento franciscano”, comentó.
Pero en un momento de su historia, este convento cambió de orden, ya que “hubo una permuta y se convirtió en un convento trinitario”. Será, en esa etapa cuando empiece a desarrollarse su tercera fase. “Es la propia ampliación del convento en época barroca y después es la desamortización en 1836 donde empieza el declive del convento hasta desaparecer”, apuntó.
Actualmente, este convento no existe como tal, pero quedan aún restos que cuentan su historia. Aunque, desafortunadamente solo se podrá ver una pequeña parte de lo que fue, puesto que ha ido desapareciendo con el paso de los años, quedan algunas piezas como el retablo de la Iglesia y su titular, los cuales se encuentran en la Iglesia de los Remedios, y el pendón real de la ciudad. “En este convento, realmente lo único que queda que pueda ser visitable va a ser la parte exterior de lo que es la cripta de la iglesia del convento, de la iglesia barroca, que fue una ampliación posterior a la madrassa”, aseguró.
La restauración de este convento se centra en la creación de un pórtico que recoge su historia al completo y que narra de alguna manera, a través de sus azulejos, el pasado de la ciudad, los cuales están divididos en dos partes. “Una parte lo que va a hacer es explicar la existencia de la madrassa, porque es el germen de todo el espacio y la importancia que tenía la madrassa en época medieval en la ciudad de Ceuta. Y en otra parte, lo que explica es la vida del convento de los trinitarios desde el punto de vista de su titular que todavía existe, desde el punto de vista del origen de la devoción del Medinaceli en Ceuta”.
Cuando finalicen estas obras, los ceutíes disfrutarán de un pasado que, aunque aún sigue oculto, gracias a ese pórtico quedará a la vista de todos.“Hay que poner en valor los restos, porque no solamente están los restos del convento, sino que han aparecido restos de época medieval y romana. Ahora mismo están protegidos hasta que acaben las obras”. Conocer parte de la historia de tu ciudad, es conocer tus orígenes.
El anterior opinante lleva toda la razón, aquí se derriba todo sin antes preguntar al pueblo, aunque después se arrepienten cuando ya no hay arreglo.
seria importante que preguntasen o hiciesen una encuesta a los ciudadanos antes de un derribo o demolición.
Restauración?? Lo que tendría que hacer la ciudad es no dejar que los edificios emblemáticos se derrumben sólos, como el de San Amaro, o el antiguo Parque de Artillería, que lo echaron abajo no sé para qué, así si que perdemos la identidad de Ceuta. Tiramos lo viejo, construimos algo nuevo.
Otro gasto que pagamos todos.