Héroes del Silencio
Siempre supe que las palmas de los balcones a los sanitarios serían aguas de borraja. Por eso yo no aplaudía. No porque su trabajo no me pareciera meritorio contra una enfermedad desconocida y mortal para ellos mismos que la capeaban como podían, sino porque me daba coraje unirme al grupo de gente que se deja llevar por las apariencias. Siempre dije que aquí me tendrían cuando hiciera falta y ahora es cuando los aplausos de verdad importan…El covid sigue ahí. También los botellones, las playas abarrotadas, los deportistas sin mascarillas, las barbacoas, los contagiados a porrillón y los rebrotes. Nadie se cuida- excepto unos pocos a los que nos da más miedo unas orejas que la cola- como si esto no importara, ni el bien común, ni esos sanitarios que nos sacaron de la pandemia a pico y pala. Hemos pasado del aislamiento, al despiporre de necios echados palante que se creen que serán asintomáticos en toda regla y a los que al parecer les importamos los demás un apio. Pero no me extraña porque si leyeran los comentarios al hartazgo del personal sanitario, a su voz silenciada advirtiendo lo que se nos viene encima, su impotencia, rabia y frustración, solo escucharían a gente egoísta y estúpida que dice que ya ganan bastante dinero o que si no, no se hubieran metido en esa profesión a la que llaman vocacional y de muerte debida y aceptada como el martirio de los santos. Es curioso lo que la gente puede llegar a pensar y a decir con una mente reducida a migajas.
Les pondré un ejemplo, en el Virgen de las Nieves de Granada los sanitarios se ven obligados a usar su coche propio para ir a trasladar a pacientes del covid a los que asisten con epis que son incapaces de ponerse y quitarse con las garantías necesarias, ellos solos. Esto lo ha denunciado un sindicato que les recuerdo que son los que te sacan las castañas del fuego cuando te despiden o tienes problemas laborales. Remarco esto a todos aquellos que dicen que están obligados a hacerlo porque para eso les pagan productividad y unos sueldos de escándalo. No se puede ser más tonto… los sueldos son tan normales que asustan. Eso cuando hay productividad o contrato largo, porque normalmente son contratos temporales, mal pagados y con muchas horas por delante. En ningún trabajo nos obligarían a usar el mismo coche en el que vamos a llevar a nuestros hijos al colegio si con ellos los expusiéramos a una enfermedad mortal. Pero aquí sí…fíjense la soberana estulticia.
Sabía que esto pasaría, porque esto es España y aquí somos de pandereta y traje de flamenca, de tablao y señorito sea en Madrid, en Barcelona, en Ceuta o en Conil que para esos somos anchos, paletos y endogámicos. Supongo que los que hablan tienen un trabajo precario, están hasta las narices de todo o simplemente despotrican en la inmensidad del sonido que lleva sus palabras en la misma cunita verbal que las de los Apóstoles y Sabios. Es una vergüenza que unos sanitarios tengan que usar el coche familiar para llevar en él a pacientes de covid. Es de vergüenza que tengan que ir solos y sobre todo que no protejamos a los que nos van a cuidar, nos van a socorrer y no necesitan para nada palmas, sino solidaridad y que les respeten sus derechos básicos como cualquier otro trabajador. Estamos haciendo de la Sanidad Pública, un deporte de necios, una fuga dialéctica entre partidos políticos cuando tanto Ella, como la Educación pública o la Justicia deberían ser intocables como la Constitución y las leyes fundamentales. Asistidas contra los idiotas que pululan por ahí que ayer daban palmas subidos a una azotea, dando Vivas al Rey, para ser luego los primeros que se quejan por lo que cobran los sanitarios, pero no por su precariedad. Sí porque el rey emérito estará donde Dios lo guarde y no por saber qué ha pasado realmente, exigiendo que se investigue a conciencia en un país donde las Instituciones que llevan corona y cruz son una moneda a la que nunca sacamos brillo más que en el Sálvame con bufones y trapecistas de circo para llenar horas de siesteo nacional y veraniego.