Continúan las salidas programadas de inmigrantes desde Ceuta a la Península. Poco a poco van saliendo, de acuerdo con los números permitidos para, primero, ser atendidos por las oenegés fuera de nuestra ciudad. En el grupo que ha partido del CETI han sido incluidas cuatro mujeres mientras que el resto son varones. Todos son subsaharianos y forman la cuarta marcha desde que, tras salir a la calle hace unas semanas, los residentes del centro del Jaral protestaron por su situación de bloqueo.
En la estación marítima se ha organizado la salida, respetando todas las medidas de seguridad, poniéndose así el punto y final a una estancia en Ceuta, una ciudad a la que llegaron por diferentes vías con ánimo de poder emprender después un futuro en cualquier otro país. Allí, en el puerto, se han producido las despedidas ya tradicionales entre quienes han compartido mucho durante todo este tiempo.
Se espera que poco a poco y de manera gradual se vaya organizando la rebaja de la ocupación de un centro con algo más de 500 plazas. Son los subsaharianos los protagonistas casi en su totalidad de estas marchas lo que genera la crispación entre el colectivo argelino, cuya situación de bloqueo ha sido denunciada cobrando mayor protagonismo incluso desde la sentencia del Tribunal Supremo que posibilitaba su libertad de circulación por todo el territorio nacional cuando su solicitud de asilo haya sido admitida a trámite.
El blindaje de fronteras ha aminorado la entrada de subsaharianos por el vallado al igual que por un Tarajal que lleva cerrado cinco meses. La única entrada que se ha producido ha sido la de cinco personas en una embarcación tipo toy y dos casos aislados de pase por el perímetro. Esta situación ha llevado a que el CETI no se encuentre colapsado pudiendo mantenerse y cumplirse las medidas de seguridad.
preguntaos cuánto cobra cada ong por inmigrante.No sé cómo los periodistas todavía no lo habéis hecho.
Ayudados por oneges...? Entonces de eso de ponerse a trabajar no hay nada de nada...? A seguir viviendo del cuento.
A trabajar "legalmente en la puerta de pequeños establecimientos de autónomos masacrados" por la dejadez de las administraciones. Autónomos fritos a impuestos para dárselos a las ONG y defensores del top manta como la antipatriota Colau en Barcelona.
Asco de país.