Hoy es un especial diferente. Cinco de agosto. Es una fecha esencial para todos los ceutíes. Es la festividad de nuestra Patrona, la Santísima Virgen de África. Pero nada es igual porque no hay feria, no hay festejos patronales, no tenemos ofrenda floral, no contamos con la procesión de la Alcaldesa Perpetua por nuestras calles bajo una lluvia de pétalos de claveles cuando cruza la calle Jáudenes. Volvemos a repetir que es una jornada histórica porque así lo ha querido el COVID 19, pero nuestra Patrona se merece que El Faro esté hoy con ella con un especial donde se recuerde su especial vinculación con todos los ceutíes.
Y es que aunque pueda parecer que la Virgen de África pueda contar con una especial significación con la comunidad cristiana, su imagen es respetada y reverenciada por todas las comunidades que hacen de Ceuta un paraíso de la convivencia entre distintas culturas y religiones.
La propuesta lanzada por la Cofradía para que los balcones de todas las viviendas luzcan hoy la imagen de la Patrona es una manera de recordar también el homenaje que desde estos lugares, durante muchos días y muchas semanas, se homenajeó a los sanitarios que luchaban a brazo partido para que el COVID no supusiera un lastre mayor del que aún nos encontramos inmersos.
Queda muy claro que un pueblo que no reconoce su pasado tiene difícil encontrar su futuro. Nuestra relación con la imagen de la Virgen de África se remonta en el tiempo. Cientos de años desde que esta imagen portuguesa llegó hasta las playas ceutíes y desde entonces se convirtió en la protectora de todos sus habitantes, por encima de culturas y creencias religiosas.
Volvemos a repetir que es cinco de agosto. Que no tenemos feria, que no contamos con fiestas patronales, que no ha habido ofrenda y que tampoco esta noche la imagen de la Patrona recorrerá nuestras principales calles. Alcaldesa y Gobernadora Perpetua. Un homenaje a una imagen que va más allá de las creencias religiosas. La Virgen de África pertenece a todos los ceutíes, no a una comunidad determinada. Ella es la principal valedora de una convivencia que Ceuta puede exportar al resto de España y al resto del mundo.