Ya es obligatorio el uso de mascarilla. Un decreto lo establece y ya los ciudadanos no podrán obviar lo que no es más que un sistema de protección necesario para todos. Hecho el decreto también se hace la trampa. Y es que, aun siendo una obligación, deberá ser necesaria una coordinación policial para garantizar que nadie se burla de la norma y evita colocarse la mascarilla. La advertencia es clara: 100 euros de multa si no la lleva. Pero como sigue habiendo irresponsables, será necesario que la Policía esté atenta para sancionar. Las imágenes recientes de botellones en La Marina, de aglomeraciones de adolescentes y de personas a la salida de bares juntos y sin protección, ahora derivarán en una obligada sanción por parte de la Policía. Es la única manera de que se cumplan las normas y la única forma de hacer que esto siga funcionando. Porque aunque Ceuta está libre de virus, no haya casos y podamos ser un ejemplo para el resto del país, eso no quita que se hayan visto escenas desagradables que no pueden volver a repetirse. Y si para eso es necesario que la Policía intervenga más, tendrá que ponerse las pilas el área de Gobernación para coordinar unos trabajos sin que nos tenga que doler después la cabeza. La Consejería de Sanidad ha hecho su labor, ahora nos queda a los ciudadanos respetarla... Y de no ser así, esperar que la tercera pata funcione con la presión debida por parte de la Policía.