El periodista marroquí Omar Radi, inmerso en una polémica por el supuesto espionaje por parte del gobierno de su país, será perseguido judicialmente en libertad condicional por "ebriedad pública" y "violencia" tras un altercado con un cámara que lo seguía en la ciudad de Casablanca, según informó este lunes a EFE el abogado defensor del periodista.
Radi, puesto en libertad esta mañana, será perseguido junto con un colega suyo Imad Stitou, también periodista, por los delitos de "ebriedad pública" y "violencia" e "insultos".
Por su parte, un camarógrafo del sitio web 'Chouf TV' y su esposa, que lo acompañaba, serán perseguidos por "insultos" y por "filmar a una persona sin su consentimiento con la intención de atentar contra su intimidad", explicó a EFE el abogado Miloud Kandil.
Rad i-al que la organización Amnistía Internacional considera víctima de espionaje a través de su teléfono- fue arrestado en la pasada noche y fue presentado esta mañana ante la Fiscalía.
Omar Radi y su colega Imad Stitou salían de un bar de Casablanca cuando se enzarzaron en una pelea con un camarógrafo de "ChoufTV" y una mujer que los "acosaban", según relata hoy el portal web Ledesk.ma para el que Radi y Stitou colaboran.
Radi ya fue juzgado y condenado a cuatro meses de libertad condicional el pasado marzo por "injurias" a un juez, con lo que la eventual acusación puede agravar su caso al tratarse de una persona con antecedentes.
Pero además, Radi ha sido acusado la pasada semana por el gobierno marroquí de presuntamente "atentar contra la seguridad del Estado" por sus supuestos vínculos con un agente de inteligencia extranjero, en referencia a una serie de informes que este último encargó a Radi.
Esta otra acusación le ha llevado ya a ser interrogado en dos ocasiones por la Policía Judicial, pero el periodista ha negado las acusaciones por "estrafalarias" y ha denunciado ser objeto de un "encarnizamiento" contra su persona y de una "campaña de linchamiento e intimidación" desde varios medios electrónicos.
La organización Amnistía Internacional considera que Radi -además de otros periodistas y militantes de izquierda- ha sido víctima de un espionaje continuado, pero el gobierno marroquí lo niega y ha exigido a la organización que presente públicamente pruebas de sus acusaciones, dejando entrever la posibilidad de cierre de sus oficinas si no recibe una respuesta satisfactoria.
Confundir la libertad de expresión con el libertinaje es muy grave al igual que Confundir una manifestación pacífica con una alboratacion que atenta y altera el orden público y eso es inaceptable en cualquier estado de derecho ,pero los hay que por dañar la imagen de un país son capaces hasta de elogiar lo que para ellos es repudiado es la ley del embudo o la ley de los ignorantes
Viva la libertad de expresión, todo aquel que no baile la misma música que el majsen, esto es lo que le espera