La magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta tuvo que suspender ayer la vista prevista contra el marroquí L.M., acusado de un delito de atentado y otro leve de lesiones contra un trabajador de Cruz Roja el pasado 15 de abril en el interior del pabellón de La Libertad. El acusado, que se enfrentaba a una pena de 21 meses de prisión y una multa de 900 euros, fue supuestamente entregado a Marruecos en periodo de estado de alarma, tal y como consta en un oficio de la Policía, aunque podría tratarse de un error al permanecer la frontera cerrada, dictándose busca y captura para su localización y puesta a disposición judicial.
El acusado se vio involucrado en un altercado ocurrido en el pabellón, lo que llevó a que este trabajador de la Cruz Roja le asistiera. Cuando estaba atendiéndole, le agarró del cuello con ánimo de atentar contra su integridad física, llegando a forcejar con él y cayendo ambos al suelo. El trabajador sufrió lesiones de las que tardó en sanar varios días, debido al enfrentamiento mantenido con el acusado en un momento, además, de gran crispación en estas instalaciones de Varela-Valiño que llegaron a funcionar como albergue municipal de inmigrantes y transfronterizos atrapados en Ceuta.
La Policía Local tuvo que intervenir para evitar que la agresión fuera a más, procediendo a la detención del acusado quien forcejeó, dio patadas e intentó morder a los efectivos de las fuerzas de seguridad.
Es por ello que en su escrito de calificación inicial presentado por el Ministerio Fiscal, solicitaba que se le impusiera dos penas por la presunta comisión de los delitos de atentado y leve de lesiones, amén del abono de una indemnización por las lesiones causadas. Al no haber comparecido en sede judicial, se tuvo que suspender la vista ordenándose la localización del implicado. De ser cierto que se encuentra en Marruecos, habría que esperar a su entrada en Ceuta para poder enjuiciar los hechos. En las instalaciones que ahora funcionan como albergue en la nave del Tarajal ya no se encuentra.
Esta agresión se enmarcó en un clima de inseguridad que afectó sobre todo al entorno del pabellón deportivo de Varela y cuyas infraestructuras nunca fueron aptas para tales funciones. Los altercados fueron continuados y afectaron no solo a miembros de Cruz Roja que sufrieron agresiones y amenazas sino también a los vigilantes de seguridad destacados de manera permanente en este lugar.
Porqué se habla tanto de igualdad y luego, muchos extranjeros son beneficiados por nuestras leyes. Al no tener domicilio conocido, deberían meterlo en prisión provisional hasta la celebración del juicio. Ahora se va de rositas, mientras si fuera español, estaría pagando por lo que ha hecho. Sólo queremos mismos derechos y obligaciones. Ahora, el pobre de la cruz roja se queda con la agresión y el sentimiento de la injusticia que ha sufrido por querer ayudar a un semejante.