Septiembre de 2014. La Guardia Civil desarrolla una operación en alta mar que, en el caso de Ceuta, llevaba el aliciente de lo novedoso. Se ha había detectado un buque que escondía un cargamento de cocaína. Fueron decomisados 33 kilos y detenidas tres personas, dos españoles y un bosnio. Se trataba de Slavisa Z., la misma persona que esta semana ha muerto en Marbella acribillada con un subfusil.
La Policía Nacional investiga quién está detrás de este crimen, en Ceuta el rastro que dejó el fallecido es este suceso y la posterior condena que la impuso la Audiencia Provincial: seis años de prisión gracias a una conformidad entre las partes. Slavisa reconoció los hechos ante el tribunal de la Sección VI cumpliendo condena por tráfico de drogas.
La Guardia Civil guarda en sus servicios el arresto llevado a cabo que conllevó la puesta en marcha de un operativo en el que participaron los GEAS, el Servicio Marítimo, la Policía Judicial, helicópteros y el Servicio Rural. Tanto Slavisa como los dos españoles que estaban en el barco arrojaron los fardos con la cocaína al mar, que terminaron siendo recogidos por los GEAS en la zona de San Amaro y Santa Catalina.
Este el rastro que dejó el ahora asesinado. Un hombre al que, según publica Diario Sur, le quedaban meses para dejar el país ya que la sentencia conllevaba su expulsión, siendo esa condena el único rastro delincuencial que dejó en España. La Policía intenta dar con el sicario que lo ejecutó a plena luz del día, huyendo después del lugar en un vehículo. Se empleó un arma automática, un subfusil con el que se efectuó una ráfaga de disparos hasta terminar con la vida de esta persona. Las tesis manejadas encuadran lo sucedido en un episodio relacionado con el crimen organizado.