Baleària ha jugado un papel esencial en estos dos meses de funcionamiento del Estado de Alarma porque su permanencia en la línea entre los puertos de Ceuta y Algeciras ha permitido que nuestra ciudad no quedara aislada del resto de la Península y el abastecimiento estuviera garantizado.
Desde el inicio del estado de alerta, aunque Baleària ha transportado pasajeros con restricciones, su operativa se ha centrado casi exclusivamente en el transporte de mercancías, un servicio estratégico y esencial para Ceuta. Baleària ha asumido la responsabilidad de cumplir con su compromiso social y garantizar la cadena de suministro de bienes de primera necesidad, en una situación complicada y con una fuerte caída de ingresos.
De esta manera, según los datos estadísticos, entre el 14 de marzo y el catorce de mayo se han realizado un total de 321 viajes, principalmente a través del Passió per Formentera (303) y el resto, 18 por el Jaume I, que solamente operó durante los primeros días.
El Passió efectuó entre dos y tres rotacionesdiarias para garantizar el abastecimiento de la ciudad. Los fines de semana la naviera redujo el número de salidas debido al descenso del tráfico de carga y a la limitación del transporte de pasajeros.
En relación al transporte de mercancías viajaron 2.388 camiones, se suman los dos sentidos y las mercancías transportadas se centran en alimentación, paquetería y material sanitario. Mientras que en el apartado de transporte de pasajeros fueron un total de 10.000 personas y 2.600 vehículos, igualmente se suman los dos sentidos.
Una cifra que aún sería mucho más baja si no se hubiera autorizado el paso por Ceuta de las autocaranavas que procedentes de Marruecos embarcaron en nuestra ciudad. Y es que la frontera de Marruecos, que llevaba ya cerrada varias jornadas, abrió a determinadas horas para que esas autocaravanas y sus ocupantes, todos de nacionalidad española o de países de la Unión Europea, pudieran regresar a sus domicilios habituales.
Una orden del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ordenó en la práctica el cierre de las comunicaciones marítimas indicando que tanto para la entrada o salida de nuestra ciudad se necesitaba de un permiso especial que debía ser emitido por parte de la Delegación del Gobierno y siempre que existiera una causa urgente y justificada.