El cierre de la frontera de Ceuta también lo protagonizan los niños. Muchos de ellos españoles que viajaron con sus padres a Marruecos antes de que comenzara el estado de alarma. Pero también muchos que vinieron a España para nacer.
Este es el caso del niño, ya de dos meses, de D.V.B., un madrileño de 25 años que vive en Tetuán desde que hace unos cuatro años se casara con su mujer, de origen marroquí. Tienen su vida a unos treinta kilómetros de nuestra ciudad, en Tetuán, pero llevan atrapados en Ceuta desde hace dos meses y medio.
Saben perfectamente que la sanidad marroquí “no es la mejor del mundo” y que la española “es mucho mejor”. Así, el pasado 1 de marzo junto a su mujer, su suegra y su hijo de algo más de un año, no dudaron en coger su coche y poner rumbo a Ceuta.
Un momento complicado para nacer y un miedo para los padres que sus hijos vengan al mundo en una situación tan difícil para la humanidad. Pero también es una constante y un secreto a voces el hecho de que las mujeres marroquíes vengan a dar a luz a Ceuta para que sus hijos nazcan en suelo español y “con todas las garantías”, aunque tenían miedo “por todo lo que ya se estaba hablando del coronavirus”.
“Vinimos porque mi mujer tenía que dar a luz. Alquilamos una casa aquí por la que pagamos 700 euros para todo el mes de marzo, mientras que a la misma vez pago mi casa en Tetuán, que son otros 400 euros, más los gastos de la luz y del agua. Y también tengo que mantener a mi familia y comprar pañales y todos los gastos que supone tener un niño. Gracias a que mi cuñado me saca dinero allí en Marruecos y luego un conocido de confianza aquí me lo da, sino no sé qué habría sido de nosotros”, comentó el madrileño.
“Como siga aquí mucho tiempo no voy a tener dinero porque me lo estoy gastando todo”
La intención de esta familia era volver a Marruecos una vez a su mujer le dieran el alta. Dio a luz a su hijo el pasado 12 de marzo y el 13 salió del Hospital Universitario de Ceuta (HUCE). “Fuimos a la Policía para hacerle el DNI y el pasaporte a mi hijo para poder pasar la frontera, pero ese día ya no había citas y la cerraron. Íbamos camino de la frontera y la Guardia Civil nos paró y nos dijo que no se podía pasar”, explicó.
“Queríamos volvernos a Marruecos cuanto antes para quedarnos en casa”, pero no ha sido así. La familia de D.V.B. lleva dos meses y medio en un piso de alquiler del que el dueño quiere echarles “porque lo necesita”. Además, sus hijos requieren ponerse las vacunas correspondientes a su edad.
“La cerraron de golpe y pueden abrirla de un momento a otro, pero si no tenemos el pasaporte de mi hijo no podremos pasar”, explicó, tras lo que señaló que este pasado domingo acudieron a la mezquita de Sidi Embarek para apuntarse en las listas para salir aunque se fueron rápido porque “había mucha gente”. “Si nos quieren hacer los test a todos doy mi consentimiento”, concluyó.
Pues en Marruecos han nacido toda la vida con la sanidad que tienen, y si el menor ha nacido en estado de arresto no es culpa suya, aunque en estos momentos creo que le importe poco, más bien a sus padres por la circunstancia en que se encuentran.