Denuncia de la propia Ciudad, informe en toda regla de la UDYCO y decenas de testimonios. Todo en torno al mismo caso: la filtración de los test psicotécnicos que tenían que realizar los 54 aspirantes a la Policía Local que se presentaron a los examenes de la ciudad en 2008. Tras aquella revolución hoy se conoce la conclusión que adoptó la Fiscalía: el archivo de la causa. Y lo hizo por falta de pruebas, ya que de las investigaciones perpetradas por la UDYCO no se pudo deducir prueba alguna que incriminara a quienes, presumiblemente, facilitaron los test antes de la realización de las pruebas.
Se echa así el cierre a una historia que provocó, en su día, una auténtica convulsión sindical. Primero, porque fue uno de los representantes sindicales, el de UGT, quien dio la voz de alarma notificando, antes de la apertura de las pruebas, que se le habían remitido los exámenes. Después porque de la investigación que llevó a cabo la UDYCO se concluyó que podía existir sospechas sobre los mismos denunciantes.
Antecedentes de los hechos
El final de esta historia lo ha marcado la Fiscalía que, ante la falta de pruebas, ha tenido que archivar el caso. Entre esa falta de pruebas se encuentra, por ejemplo, la desaparición del sobre que fue remitido al miembro de UGT con los exámenes psicotécnicos. Se destruyó una prueba valiosa, tanto por los datos que podían extraerse del sello como de cualquier tipo de análisis que se podía haber realizado a través de los agentes de la Científica.
Los policías que fueron seleccionados de ese grupo de 54 ya se encuentran hoy en la calle, después de su formación en Andalucía, marcados por un revuelo que terminó extrapolándose al ámbito político al producirse un enfrentamiento visceral entre los sindicatos y el área presidida por aquel entonces por Javier Díez Nieto.
El archivo de la causa, que ahora se conoce, no ha sido todavía notificada formalmente a alguna de las partes que aún, hoy, esperan una confirmación oficial del punto y final a una historia marcada por las filtraciones, los chanchullos, las denuncias y la intromisión en las adjudicaciones de las plazas públicas.
Al margen de estos hechos hubo una segunda denuncia esta vez de los propios sindicatos contra los psicólogos al considerar que las cajas con los exámenes se habían abierto con anterioridad y también podía haber filtraciones. En este caso la Fiscalía ordenó el archivo rápido de la causa al no existir fundamento alguno.