Sembrar para recoger. Ese parece el lema que está siguiendo la Unidad de Transplantes del Hospital Universitario de Ceuta (HUCE) con sus charlas y posteriores campañas de donación en diversos lugares. En este caso, los estudiantes mayores de edad del Instituto Almina se han animado en la jornada de este jueves a aprovechar el tiempo de recreo para donar médula.
Una de las aulas laboratorio en la última planta del centro se ha convertido en una improvisada sala de donaciones. En esta ocasión, de médula. Entre incubadoras y material quirúrgico, varios sanitarios se han encargado de recibir y extraer la sangre a los alumnos, durante el recreo, solo chicas, que han llegado para contribuir a una buena causa.
Zambra, Fatima, Naual y más estudiantes del Almina han aprovechado el tiempo de recreo para acercarse a este aula del centro convencidas de que donar médula sirve. “Ya estoy acostumbrada a donar sangre cuando vienen de la Cruz Roja de centros de Andalucía, y me he animado a donar hoy a ver si hay suerte”, cuenta Zambra mientras una enfermera prepara el material con el que extraerle sangre. Fatima, otra estudiante, tiene claro por qué ha utilizado su tiempo de descanso para acudir aquí: “Dono porque merece la pena ser buena persona y ayudar a los demás”.
“Hacerse donante de médula es algo magnífico, maravilloso para salvar vidas y además necesitamos solo gente joven, sana y generosa”, sentencia María Luisa Centeno, intensivista y coordinadora de Transplantes del HUCE. Centeno es la impulsora de estas campañas.
Centeno es, como ella misma dice, una “unidad móvil” para captar transplantes. Es la impulsora de estas charlas de gente que ya estaba predispuesta. “Cuando yo cogí la coordinación tendríamos que haber ido a un centro de transfusiones que no tiene la ciudad”.
“Entonces yo hice un trato con este centro, en el que hacía yo como de unidad móvil. De manera que durante todo el año, ya que vienen seis veces al año al Ayuntamiento, captamos donantes. Ir al hospital a buscarme ocurre a veces, yo doy toda la publicidad que puedo y además se me ocurrió salir a buscar a los posibles donantes”, explica Centeno.
Y ahí cambia el chip para quienes la escuchan. “Doné a partir de la charla. Vi varios casos que comentaban. Aparte yo desde siempre quise donar pero no tenía la iniciativa. Pero a partir de la charla me motivó un poco”, confiesa Fatima. “Yo tenía ya pensado donar y para cuando vinieron de la charla, me informé más, me gustó y estuvo muy bien”, asegura por su parte Zambra.
El año pasado, nuestra ciudad captó a 249 nuevos donantes de médula. Este año, confían desde el HUCE, mejorar aún más los resultados.