Los vecinos del Polígono están cansados de tanta inseguridad. La última víctima ha sido un comerciante chino que este sábado, en apenas cinco minutos, vio, en presencia de su hijo de ocho años, como dos encapuchados le desvalijaban la caja registradora con la recaudación de todo el día. No es justo.
Estos mismos vecinos, cansados de la situación, son los mismos que ayer domingo se acercaron a mostrar su apoyo a esta familia, aún conmocionada. Los habitantes de esta zona están indignados con este último incidente, sobre todo por el pequeño que tuvo que presenciar como un ladrón apartaba a su padre de la caja con un cuchillo de carnicero. Eso no lo debería ver ni un niño ni nadie.
Demandan más seguridad y se ponen en lo peor. Imaginan qué hubiera pasado si más personas hubieran estado en ese momento en la tienda, si alguno de estos delincuentes hubiera perdido los nervios... Las posibilidades son infinitas, sobre todo las que se alimentan con el miedo de estos vecinos que exigen más seguridad y justicia por lo ocurrido.
Ahora es momento de tranquilizarse y de apoyar a estos comerciantes que lo único que han hecho es trabajar para que unos indeseables, sin pudor alguno, se llevaran el fruto de todo su esfuerzo.
Mientras la Policía sigue con la investigación para dar con ellos, el temor ronda en el barrio sin saber si este tipo de incidentes volverán a pasar.