La Oficina de Asilo y Refugio del Ministerio del Interior únicamente ha admitido a trámite las solicitudes de protección internacional presentadas por 16 de los 52 migrantes que el pasado 18 de noviembre de madrugada accedieron a Ceuta a bordo de una furgoneta kamikaze que arrasó todos los controles y barreras fronterizas de Marruecos y España.
Según han informado a 'El Faro' fuentes conocedoras del estado de tramitación de los expedientes, las peticiones que no han sido rechazadas de entrada han sido las presentadas por catorce de las dieciséis mujeres que iban en el vehículo y por dos menores de 5 años y seis meses de edad, respectivamente.
Las autoridades aplicaron por segunda vez en Ceuta con este grupo de migrantes, la mayoría procedentes de Guinea Conakry, el procedimiento de solicitud de protección internacional 'en frontera', que establece plazos mucho más breves para la resolución de los expedientes que el ordinario 'en territorio'.
Tras el primer estudio de las peticiones, a las que tiene que darse respuesta en 4 días, únicamente se admitieron a trámite nueve solicitudes y en la fase de reexamen han corrido la misma suerte siete más. Ahora los expedientes de esas 16 personas serán examinados en profundidad durante un plazo de tiempo que no debería superar los 6 meses, pero que habitualmente se prolonga hasta más allá de un año.
Los peticionarios son documentados durante ese periodo, pero la Policía impide su salida de Ceuta a pesar de que la Justicia ha venido estableciendo que deben gozar de libertad de movimiento por el territorio nacional con la obligación de comunicar cualquier cambio de domicilio.
Por otro lado, solo “una veintena” de los protagonistas del único salto en grupo que ha registrado el perímetro fronterizo de la ciudad este año, el del 30 de agosto, cuando accedieron a Ceuta 153 indocumentados, han visto admitidas a trámite las peticiones de asilo que registraron en todos los casos
A diferencia de lo que sucedió con el grupo de migrantes irregulares que se saltó el doble vallado por Benzú, cuyas entrevistas se realizaron en la Oficina del Tarajal que nunca se había utilizado hasta entonces, los encuentros con los extranjeros que entraron en la furgoneta kamikaze con grave riesgo para sus vidas tuvieron lugar en las dependencias de Extranjería.
Son cómplices del delito, porque ellos sabían que iban a entrar de manera ilegal.