Es emocionante escuchar a Emilio de Villota. Hace más de seis años su hija, María, una pionera en la Fórmula 1, murió, pero dejó un legado, una lección: La vida es un regalo. Hoy a través de un movimiento solidario, impulsado por la familia, su padre regala vida a los niños que más lo necesitan.
Emilio de Villota, antes de comenzar esta entrevista, quiso dejar muy claro que detrás de él “no hay ni fundamentación, ni una ONG y que no hay ninguna cuenta corriente detrás del 'legado' de María”. “Sus ganas de vivir” es lo que transmite Emilio de Villota sobre su hija María, que dejó un legado para el recuerdo.
Hubo un hecho que marcó el antes y el después en las vidas de la familia Villota Comba: el terrible accidente que María sufrió, realizando un test en el aeródromo de Duxford, y que causaría su muerte un año más tarde.
Tras ser intervenida de urgencia en Cambridge, María regresó a España, en un avión medicalizado, para volver a ser ingresada en el Hospital de La Paz donde de nuevo fue operada, debido a las graves lesiones que sufría.
Durante su convalecencia, la primera salida a la calle que realizó fue para asistir al entierro de su sobrino de 3 años, que falleció por una enfermedad neuromuscular. “Se quedó destrozada. Es ahí cuando decide centrar su vida en poder ayudar a estos niños. Puso el foco de su vida en ello”, explicó el expiloto de Fórmula 1.
La Fundación Ana Carolina Díez Mahou fue el primer foco de interés de María para colaborar. El programa solidario ‘Primera Estrella’, con su pulsera, sirvió para recaudar fondos para el programa, destinado a ayudar a niños con enfermedades raras, que en la gran mayoría de los casos son de difícil diagnóstico y tratamiento.
La familia de María, junto con la ‘Fundación Deporte Joven’, dependiente del Consejo Superior de Deportes, tratan de “dar continuidad a las iniciativas que María puso en marcha y esa es la razón por la que estamos vinculados con el Circuito Nacional IBP, cuyo máster se celebra en la ciudad de Ceuta”.
La conferencia 'Lección de vida' tendrá lugar en el salón de actos de la Federación de fútbol de Ceuta a las 20:00 horas, y en ella tanto Emilio de Villota como Alfonso Jiménez Prado relatarán “toda la vida de María, deportiva y humana, y el mensaje que ella nos dio después de su terrible accidente y antes de su fallecimiento”. Se visionarán unos vídeos que grabó María desde que se volcó en el movimiento solidario hasta su muerte. “Se puede decir que la conferencia la da la propia María" por lo que a juicio de Emilio, tanto él como Alfonso Jiménez son "meros introductores”.
Ahora, y con el firme compromiso de solidaridad forman parte de las IBP Series, el Circuito Nacional avalado por la Real Federación Española de Tenis.
En 2018, el circuito colaboró con 27 instituciones benéficas y repartió más de 25.000 kilos de alimentos.
Para Emilio de Villota, los organizadores del ‘IBP Series de Tennis’ son “grandes patronos que facilitan, en cada uno de los torneos, una cantidad de alimentos que destinan a instituciones benéficas, sin ánimo de lucro, próximas al torneo”. En el caso de Ceuta esos kilos de alimentos irán destinados a Cáritas. A parte de esta donación “la Fundación ‘Blanco París’, promotora del torneo, facilita también 600 tratamientos a los niños anualmente”.
Sólo queda escuchar el legado de vida de María de Villota, en la Ciudad del Fútbol de Ceuta, a las 20:00 horas y que la generosidad con la que disfrutó sus últimos meses de vida, en los que supo ser una resiliente más, se convierta en empatía.