El nuevo búnker para almacenar droga que se está construyendo en el puerto se encuentra en fase de equipamiento, para culminar la puesta en marcha de las medidas de seguridad básicas que garanticen la custodia de los alijos aprehendidos por las fuerzas de seguridad.
Tras más de un año del inicio de las actuaciones, con el búnker operativo se garantizará el depósito de nueve toneladas de hachís, dejando San Amaro libre salvo que sea necesario su uso, con lo que se ganaría espacio para el depósito de otras seis toneladas.
La ubicación del nuevo búnker, en los terrenos bajo custodia de la Compañía Fiscal de la Benemérita, obedece a la necesidad de controlar en una misma zona los decomisos de la droga, evitándose traslados y ganando en seguridad. La Guardia Civil, al igual que ocurre en San Amaro, será la encargada de la custodia del almacén hasta el traslado de la droga en barco una vez se alcancen los topes del depósito, es decir, hasta que se almacenen 9.000 kilos de droga.
La suspensión de las quemas de hachís, lograda tras la denuncia hecha público por Septem Nostra y AUGC al constituir un atentado medioambiental, fue ordenada el pasado año por el delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, produciéndose el primero de los traslados en ferry el pasado 3 de marzo, con la salida de seis toneladas de hachís.
A partir de esa fecha han sido varios los traslados ordenados al sur peninsular en donde se garantiza la destrucción de la droga preservando el medio ambiente.
La destrucción, un serio problema
Después de cada operación antidroga, los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado se enfrentan a un problema añadido: dónde guardar la droga que, con la ley en la mano, no puede quemarse al aire libre. Ceuta ha resuelto, medianamente su problema, ya que dispone de un búnker y, en breve, otro con capacidad total de albergar 15 toneladas. Mientras se llenan se pueden tramitar acuerdos para trasladar la droga que debe ser incinerada en puntos concretos, para lo que se requiere la gestión del Ministerio de Interior. En Cádiz el problema es mayor pues se ha llegado a albergar 100.000 kilos sin posibilidad de quema o destrucción.