Familiares, amigos y vecinos del Príncipe han despedido a Said. Tras la misa celebrada en la mezquita del barrio, todos unidos han bajado con el ataúd en dirección hacia el cementerio de Sidi Embarek, en donde ha tenido lugar su entierro. Cientos de personas se han dado cita en la que ha sido la última despedida a un vecino que trabajaba en la construcción y que vio segada su vida de una forma brutal.
Justo en el momento de los rezos, del traslado al cementerio, en otro punto de Ceuta, en el juzgado, se decidía el ingreso en prisión del autor del crimen, detenido solo en horas por parte de los agentes del Subgrupo Operativo Táctico, el antiguamente conocido como Subgrupo de Noche.
Escenas de dolor han marcado el entierro ante una muerte inesperada, que nunca se podía haber imaginado y que ha roto a toda una familia que intenta afrontar y superar lo que ha ocurrido. Los amigos de Said, los vecinos del barrio o quienes compartían trabajo se han acercado para dar el pésame a la familia y para estar presentes en la oración dedicada a él.
La Funeraria Al Qadr se ha encargado de toda la tramitación para el entierro, después de que se le realizara la autopsia para conformar el informe sobre cómo se produjo la muerte a disparos de Said. Aunque el fallecido llegó todavía con vida al Hospital Universitario, nada se pudo hacer para salvar su vida debido a la gravedad de las heridas sufridas por los tres disparos en puntos vitales que recibió.
La barriada del Príncipe está consternada después de unos hechos que han destrozado a una familia. De hecho los hijos pequeños de Said estaban presentes cuando se produjo su muerte, al igual que más miembros de su familia que pudieron ser también víctimas de lo sucedido. Ahora solo quieren que se haga justicia tras una brutal acción.