Siete personas han fallecido a raíz de las inundaciones que han arrasado este miércoles en los alrededores de Taroudant, al sur de Marruecos. Las lluvias torrenciales dejaron una cantidad de agua que bajó desde las montañas cercanas a esa localidad, a unos 600 kilómetros de la ciudad de Rabat.
Las fuertes corrientes sorprendieron a un grupo de personas que estaban viendo un partido de fútbol situado en las cercanías de un caudal seco. La riada arrasó a los presentes provocando la muerte de algunos de ellos. Además, todavía hay personas desaparecidas, según han expresado fuentes locales en un comunicado, las autoridades magrebíes todavía continúan la búsqueda para tratar de localizar algún superviviente.
La zona montañosa donde ha ocurrido el desastroso incidente, es conocida como las Anti-Atlas. Estas montañas sureñas de Marruecos son desiertas, y según medios especializados, no suelen sufrir embates de lluvias durante la temporada de verano. Ello provoca que el agua acumulada llegue a las faldas de la montaña con mayor velocidad, acumulando grava y vegetación a medida que avanza.
Una vez más, las redes sociales y los sistemas de mensajería instantánea se han hecho eco del accidente, captando el preciso momento en el que las lluvias torrenciales golpean con fuerza una de las partes de la estructura de la grada del campo donde se refugiaban algunas personas. Pero la fuerza del agua no tuvo contemplaciones y terminó por romperlo, lo que provocó la caída estrepitosa de la mayoría de ellos. Las imágenes, de gran dureza, reflejan el terror de las víctimas ante un caudal que no deja de crecer y cuya fuerza arranca a su paso arboles y todo lo que se encuentra.
Los presentes que observan horrorizados desde el otro lado del río, tratan de ayudarles con ramas y cuerdas, pero la fuerte corriente es difícil de combatir sin equipos de salvamento y personal especializado.