Después de pensarme mucho cómo debía de actuar tuve la decisión de llevar a mi madre al pueblo y ademas unos pocos de folios y un bolígrafo y mandar unas cartas a mis hermanas y otras tantas a mis hermanos. Estuve estructurando la misiva y llegue a la conclusión de hacerlas como siguen:
Querido hermana/o. Hoy he hablado con nuestro abuelo Tomás. No te asustes que ha sido en sueño. Precisamente por lo que te voy a decir tampoco te pongas con muchas alegrías. Me ha dado a entender que tenemos una pequeñas fortuna que la tendremos que repartir entre nosotros. Tenemos que intentar indagar sobre este menester. Si tienes ideas sobre quién nos puede ayudar intenta lanzar el globo sonda. Yo por lo menos podré respaldar en lo que haga falta. Me refiero económicamente. Sabía que un sueño podría tener una información tan veraz que una noticia en un medio de comunicación a nivel de pueblo. Pero había que mover fichas. Y como el que suscribe no tiene ni idea de leyes deberíamos de dar paso a las personas que podían dar un poco de luz al asunto. Yo por mi parte ya estaba haciendo el cuento de la lechera. Tantos años dependiendo de un sueldo y sólo pensar que podría dar algún capricho a mi castigado body. Era una ilusión muy desproporcionada. Me tiré escribiendo las cartas de mis hermanos un buen rato.
Eran todas copias exactas y con buena letra. Sólo cambiaba el nombre que iba dirigida la carta y también en el sobre la dirección de cada uno de ellos. Una labor de hormiga pero que ya lo había hecho muchas veces. Quería impresionar por todos los sentidos y uno de ellos es la vista. Hay un viejo dicho popular que dice que: la comida puede entrar por la vista. Es decir por la buena presencia. Tambien era un sentido por donde se puede atacar a nuestro estómago. Era una esperanza fundada por las cosas que ya sabíamos. Me refiero por los mensajes de mis abuelos. Pero las incógnitas estaban allí.
¿Serían ciertos estos sueños de mi abuela y posteriormente de mi abuelo? Era mucha incertidumbre. Yo tenía mucha imaginación pero creo que no llegaba a tanto de inventarme una historia tan semejante a esta. Por eso decidí dar un paso adelante y empezar a indagar allí mismo en el pueblo con las amistades de mi madre. No debía de desaprovechar ni un segundo del tiempo que tenía. Y pensar que hace poco contaba los días con el miedo de estar aquí por los acontecimientos místicos que habían ocurrido y ahora era por una causa rara pero alegre para el bolsillo. Menos mal que la lógica todavía me funcionaba. Hablé con el alcalde del pueblo que estaba allí tomando café en la terraza y como si no viniera a cuento y echandole un poco de cara le solté: “Sabe usted algo de la familia de mi madre”. Y el me respondió: “Bueno lo que se dice por aquí es que María se vino aquí tras enamorarse de tu padre. Y aquí ha tenido a todos ustedes, sus hijos. Ella era la hija única de unos terratenientes que vivían en Jaén. Y nunca vinieron por aquí por haberle desobedecido de tener relaciones con tu padre”. Me confirmó lo que sabía. Luego iba por buen camino los soplos que me habían dado mis parientes en sendos sueños. Ahora tenía abiertos dos frentes. Uno la herencia de mi madre y otro ¿cómo evitar que las presencias de los fantasmas atacaran a mi madre y en consecuencia también a los cuidadores temporeros que éramos cada uno de nosotros? Los hermanos Cifuentes Porras.
Muchas incógnitas resumidas en estos dos renglones. Pero también debería de haber una reunión para que mis conclusiones sobre cómo llevar la enfermedad de mi madre pudiera ayudarnos a todos. Yo la verdad estaba con una idea que creo que no era descabellada. Alquilar de momento esta casa que era muy coqueta y tenía demasiadas comodidades para una mujer enferma y anciana y a la vez podríamos tener una fuente de ganancias para poder contratar a unos buenos abogados para llevarnos el caso. La idea de la venta del inmueble me parecía descabellada. Aunque en el futuro si deberíamos de plantear la. Era mucho dinero que había que poner por los impuestos y mantenimiento. Y cada uno tenía su casa.
¿Dónde están aquellos colaboradores que tenía el Faro de Ceuta?.
Diplomáticos, ingenieros, empresarios, abogados, directores generales, sindicalistas. ....No voy a dar nombres pero creo que todos ellos nos vienen a la memoria.
Esperemos que algún día vuelvan a escribir en este medio.