Usan palos y botellas de plástico para fabricar escaleras artesanales con las que poder subirse a los barcos o salir del agua a la superficie. Invierten los días en prepararlas y las pierden en cuestión de minutos, el tiempo en que son detectados intentando alcanzar de manera clandestina la Península colándose en alguno de los buques que parten de Ceuta. La fase de retorno de la Operación Paso del Estrecho está siendo especialmente dura por el incremento de embarques pero, también, por el aumento de los intentos de pase a la desesperada que protagonizan los inmigrantes que esperan en zona portuaria su oportunidad.
Durante el fin de semana los casos han sido constantes, a los interceptados por la Guardia Civil debajo de los buques se suman los encontrados por la Policía Portuaria y agentes del CNP a los que se suman los de Frontex, enmarcados en la Operación Minerva.
Esta tarde se ha localizado a varios inmigrantes, todos marroquíes o argelinos, localizados por agentes de la Policía Portuaria y del Frontex. Los han sacado de los huecos por donde se cuelan en el muelle después de detectarse su presencia, en el atraque 1. Es uno de los lugares en donde suelen esconderse los inmigrantes que, una vez vistos, responden con una sonrisa nerviosa como única respuesta rápida a esa sensación de saberse sorprendidos y haber perdido su oportunidad de marcha a la Península.
La escena se repite a diario. Ha ocurrido este fin de semana pero es nota común en el puerto de Ceuta. La Guardia Civil hace revisiones diarias de las embarcaciones, para evitar las intrusiones de estas personas pero, sobre todo, para garantizar su integridad física. A pesar de los fracasos continuos en las marchas los pases se repiten, es de hecho la única alternativa que les queda para escapar.
Eso es cosa de los futuros ingenieros y atletas de élite que están haciendo prácticas o el proyecto de fin de carrera.