El depósito de coches de la ciudad autónoma, ubicado en Benzú, está a tope. La situación geográfica de Ceuta, pegada al país de Marruecos y el tráfico de vehículos ilegales que existe, más aún en ésta época tal y como reconocieron las autoridades, ha provocado una situación que desde el área de Gobernación se apresuran a mejorar con la agilización del funcionamiento de la planta de transferencia en la que se convierten en chatarra para la venta “pero muchos vehículos cuentan con un plazo que no podemos saltarnos”, apunta el titular del área, Jose Antonio Rodríguez. Sabe que el depósito “se ha quedado pequeño” y que cada día “los trabajadores colocan nuevos coches y procuran mantener pasillos de entrada y salida en un espacio muy limitado en la actualidad”. Las tres grúas que trabajan en el lugar, una de la ciudad y dos del Parque Móvil, no descansan durante toda la jornada laboral. “Hay mucho trabajo, más aún con el compromiso de retirar los coches abandonados de la vía pública que causan tan mala impresión y que provocaban ya quejas entre los vecinos. Se está trabajando a destajo con este objetivo y los resultados ya saltan a la vista”, expone. Pero el depósito de coches de Benzú está al máximo de su capacidad. Allí no sólo se encuentran los vehículos que se recogen de la vía pública por diversos motivos con la matrícula en orden. Esos deben esperar dos meses por si son reclamados y cuando pasa el tiempo se envían a la planta de transferencia. También existen los denominados “cascarones”. Son los vehículos que llegan sin motor, con las ruedas desinfladas, sin matrículas y algunos en condiciones “lamentables”. El Parque Móvil l se encarga de trasladarlos hasta Benzú. Allí se les fotografía para archivar y realizar el informe y se les lleva a la planta de transferencia para su posterior prensado. La chatarra resultante se envía a la península. Pero el espacio, sigue siendo pequeño para tantos vehículos.