El Juzgado de lo Penal número 1 ha condenado al vecino de Ceuta Y.S.P. a cumplir cuatro años, un mes y tres días de prisión por intentar pasar más de 100 kilos de hachís a la Península en un vehículo. Los hechos ocurrieron el pasado 5 de junio, cuando a la 10.30 horas se disponía a embarcar en un ferri con destino a Algeciras acompañado de su madre, A.M.P.A., quien, presuntamente, desconocía el hecho ilícito que pretendía cometer su hijo.
Fue en el control de la Guardia Civil, previo al embarque, cuando despertó las sospechas de los agentes que dan servicio en el lugar, por lo que procedieron al registro del vehículo, un Citröen C6 propiedad de un tercero, pero que el acusado usaba para desplazarse desde nuestra ciudad autónoma.
Como consecuencia de este registro se encontraron ocultos en el interior de dos maletas y en el hueco de la rueda de repuesto, 53 bloques de resina de hachís que el acusado pensaba destinar a la venta o donación a terceras personas y que tras ser pesados alcanzaban un peso neto de 101.662,83 gramos, con un índice de THC del 36,36%, cuyo valor en el mercado hubiera ascendido a los 160.627,27 euros.
Esta incautación derivó en la detención de Y.S.P. y posteriormente en su puesta a disposición judicial donde se le acusó de un delito contra la salud pública en su modalidad de tráfico de droga, respondiendo él como autor de los hechos y exculpando a su madre, de 71 años, de toda responsabilidad, pese que lo acompañara en el viaje en el cual pretendía efectuar el pase de la droga.
El juzgado archivó la causa contra la mujer y, a su vez, el Ministerio Fiscal incluyó en su escrito de acusación que no existía indicio alguno de su participación en los hechos y solicitando el sobreseimiento de la causa para ella, quedando en libertad tras los hechos. Y es que la progenitora, de 71 años, no sabía de la intención del hijo de llevar a cabo un pase de hachís aprovechando el embarque conjunto hacia Algeciras.
Desde ese mismo día el acusado ingresó en prisión hasta la celebración del juicio, en donde tras llegar a una acuerdo entre las partes, Y.S.P. reconoció los hechos y se conformó con una pena de cárcel de cuatro años, tres meses y un día, además del pago de una multa de 160.627 euros cifrada en relación al valor que la droga hubiera alcanzado en el mercado.
Asimismo, se ordenó el decomiso y destrucción de la droga intervenida durante el registro de la Guardia Civil.