En el maletero, tapado entre mantas y ropas que integraban el equipaje, los agentes encontraron al súbdito de la República del Congo, M.S., indocumentado y de 30 años de edad. Continuado el registro de forma exhaustiva, fue hallada oculta tras uno de los asientos traseros con mantas y pequeños colchones, la súbdita indocumentada de Costa de Marfil, G.R, de 32 años y embarazada.
Los agentes procedieron en la misma frontera a la detención del conductor, presuntamente implicado en un delito contra los derechos de los extranjeros. El llamado M.C.K.D., de 39 años, mostró pasaporte de la República de Benín y documentación que le avala como funcionario del Consulado de dicho país en Marruecos.
La República de Benín limita al oeste con Togo y Burkina Faso, al este con Nigeria y al norte con Níger y ha estado marcada, en su historia, por continuos vaivenes políticos y enfrentamientos. La Benemérita sospecha que el detenido pretendía introducir a ambos subsaharianos a cambio del cobro de determinada cantidad económica, valiéndose de su condición diplomática para no levantar excesivas sospechas entre los agentes. Una vez introducidos los inmigrantes en Ceuta, serían abandonados cerca del CETI para emprender camino hacia el campamento sin notificar la vía de entrada empleada.
Del hecho se han instruido las oportunas diligencias, que en unión del detenido serán entregadas en el Juzgado de Guardia. Igualmente los inmigrantes interceptados serán puestos ante el juez para su puesta a disposición de los agentes adscritos a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de conformidad con lo dispuesto en el Real Decreto 2393/2004, de 30 de diciembre, por el se aprueba el Reglamento de la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social.
Las elevadas temperaturas: una trampa mortal
Cuando los agentes de la Guardia Civil de servicio localizaron a los dos inmigrantes ocultos en el interior del coche del diplomático tuvieron que actuar con celeridad dadas las circunstancias físicas en que se encontraba la pareja. Las elevadas temperaturas habían constituido una trampa mortal para los inmigrantes ya que, tapados en exceso para no ser descubiertos, y vetada su posibilidad de moverse, permanecían inmóviles formando parte de la larga cola de vehículos que durante estos días de OPE satura la vía de enlace entre Ceuta y Marruecos. De esta guisa pudieron cruzar el paso marroquí y así pretendían llegar hasta Ceuta pero fueron detectados por los guardias, encargados, sin pensarlo, de prestarles las primeras atenciones de auxilio. Quienes se encargan de introducir a los inmigrantes de manera ilegal no reparan en las tremendas circunstancias que terminan marcando este tipo de ‘travesías’ clandestinas. Los agentes destinados en el paso fronterizo y en el puerto atesoran multitud de experiencias relativas siempre al mismo cuadro: el que protagonizan aquellos sin papeles que lo dan todo por alcanzar Europa. En algunos de estos rescates los agentes han recuperado a subsaharianos completamente exhaustos que han quedado atrapados durante horas entre cargas o incluso formando parte de amasijos de hierro.