La empresa Atlas restableció desde la noche de este martes el suministro de combustible a buques durante el turno nocturno, que va desde las 22.00 a las 06.00 horas, el cual quedó suspendido desde el pasado 18 de junio, tras las trifulcas que se sucedieron en el muelle de Poniente y que derivó en un ‘plante’ de las empresas portuarias que exigieron medidas de seguridad ante esta situación de caos.
Atlas, concesionaria del suministro de Cepsa en el muelle de Poniente, determinó esta medida después de sopesar los riesgos a los que se estaban enfrentando sus empleados tras varios días de batallas campales entre grupos de inmigrantes que terminaron con un empleado de otra empresa herido y varios daños en los vehículos de los trabajadores de esta compañía.
En un comunicado emitido por las empresas que se ubican en el recinto portuario y sus alrededores, reconocían que en el interior de cada una se habían intensificado las medidas de seguridad por la situación que se estaba viviendo en el puerto, bajo el temor de que un trabajador resultara herido, como ya ha sucedido en estos últimos altercados, o a que las instalaciones sufriesen algún tipo de sabotaje.
Estas disputas entre los grupos de inmigrantes, así como la falta de control en los accesos a la zona restringida, sembraron la intranquilidad a las empresas que, tras una reunión mantenida durante la semana pasada, decidieron poner fin a una situación de inseguridad que, sin duda, afecta no sólo a la integridad de sus trabajadores e instalaciones, sino que también golpea con dureza a las economías de las mismas.
Por ello exigieron una reunión de inmediato con todas las autoridades competentes en esta materia -Delegación del Gobierno, Autoridad Portuaria y Ciudad- que tuvo lugar el pasado viernes y que culminó con una serie de medidas que se basaban, principalmente, en el incremento de más efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como el inicio, en breve, de las obras que pretenden blindar el recinto portuario.
Los trabajadores coinciden en que tienen una mayor percepción de seguridad
Todas estas futuras medidas se han acompañado de batidas, casi diarias, en las zonas restringidas del puerto, lo que ha supuesto una disminución considerable del número de inmigrantes que merodean por el muelle. Los mismos trabajadores de las empresas que allí se ubican han reconocido que se percibe una mayor seguridad, pero por el mero hecho de que “hay menos inmigrantes”.
No obstante, entre las medidas expuestas en la reunión con los empresarios se propuso, justo para facilitar las tareas de estiba y desestiba de los buques que atracan en el muelle, que una patrulla fija de la Guardia Civil estuviera en la zona, como primera acción ante el caos que se había generado.
Además de este ‘puesto fijo’ específico, se anunció un incremento de la presencia de Policía Nacional, Local y portuaria en Cañonero Dato y aledaños, además de acotar también la zona de los transportistas para mayor seguridad, pues es otro de los colectivos que más ha denunciado la presión migratoria en el puerto.
Amenaza con movilizaciones
Tanto las empresas portuarias como sus empleados no dudaron en afirmar que en caso de no ver resultados inmediatos, estaban dispuestos a emprender movilizaciones, llegando a cuestionarse el cierre del puerto para hacer visible la situación de “urgencia” en la que se encuentran. Pese esta leve mejora, realmente Atlas lo que ha recuperado es una actividad que tuvo que dejar de hacer durante una semana -con las pérdidas económicas que ello conlleva- a causa de la inseguridad que se estaba sucediendo en esta zona del puerto.
No obstante, esta preocupación no sólo se limita al muelle de Poniente, sino que en Alfau también coinciden en destacar, aunque con menor incidencia, la presencia de grupo de inmigrantes en las mismas condiciones.
Por lo que se ve solo las grandes empresas son las que consiguen algo, a los ciudadanos ni puñetero caso