El fiscal pidió ayer tres años y medio de prisión además de una cuantiosa multa para dos individuos que el pasado 28 de junio se encontraban en un coche por la N-352 en dirección al Puerto con intención de cruzar a la Península.
Recibieron el alto por la Guardia Civil en un control rutinario.
Pero los agentes que los detuvieron, según su propia declaración, notaron un nerviosismo fuera de lo normal (a uno de ellos le temblaba la mano al sostener la documentación),motivo por el que fueron conducidos a la unidad de Fiscal de la Benemérita, donde el coche fue registrado. Con la ayuda de uno de los perros antidroga, se localizó la droga, que iba escondida bajo el asiento trasero. Según la versión de la Benemérita, cuando el perro hizo ademán de encontrar la droga, dijo: “¿Qué, ya la han encontrado?”, lo que hizo sospechar a los agentes de que eran plenamente conscientes de que portaban la droga, que se pesó en su presencia: 14 kilos y medio con un THC de 10,88% y 21.406 euros de valor.
Las defensas de ambos imputados pidieron la libre absolución. Las versiones de los dos acusados difierieron entre ellos, tratando de culpar al otro de la introducción de la droga en el vehículo que conducían, un Audi.
En lo único que ambos, conductor y copiloto, coincidían, era en su intención de viajar con destino Málaga pero sin dejar clara la intención del desplazamiento ni los medios.
La detención tuvo lugar a las nueve de la mañana, después de que ambos imputados hubieran cruzado la frontera. El conductor en el coche, y el otro imputado a pie, pues se había apeado en Castillejos. Se reencontraron justo después de pasar la frontera, al comienzo del territorio ceutí, después de que el piloto hubiera pasado en torno a media hora en la ciudad.