En esta locura previa a las elecciones se ha instaurado la moda de los canutazos. Comparecer por comparecer para dar a conocer mensajes que, en muchas ocasiones, son mera respuesta a lo que unos minutos antes ha dicho otro candidato. Hay incluso partidos que llegan a convocar hasta en dos ocasiones al día, topándose con la negativa de los medios a ser su servicio particular de prensa-escolta por lo que su amago de asomarse a la balconada pública queda en nada.
Los mítines de antaño han dado paso al poder de las redes sociales y a las convocatorias ante la prensa que parecen solo dirigidas a los periodistas, desangeladas como se presentan, con puestos en los que la ciudadanía ni se para. Parece que estuviéramos ante una especie de circo, de show de barrio, en el que quien más quien menos se pelea por su minuto de gloria aunque, si analizamos lo expuesto, carezca de sentido. Nos pueden traer hasta ministros para no decir nada, todo se permite en esta auténtica guerra de cara al 26M. Todo.
Dudo que este tipo de campañas sean efectivas. Lo dudo ante un personal que se ve apabullado por mensajes similares, repetitivos, preñados de promesas que suenan a viejo. ¿Acaso no les resulta familiar la unidad de radioterapia, más agentes para la frontera, mejoras educativas, sanitarias... medidas fiscales, apoyo a los pequeños empresarios?
Las intervenciones parecen estar dirigidas a la necesaria retroalimentación del partido
No hay sorpresas, tampoco novedades quizá porque en este sistema de reparto no haya espacio para darle la vuelta a toda esta escenificación de mensajes para ofrecer lo que realmente quiere el ciudadano, consiguiendo así llegar hasta él. Hoy seguiremos igual: mensajes de audio, intervenciones rápidas, notas de prensa... un conglomerado de artes escénicas que se dan la mano en el mejor de los teatros, el de la política.
Deberían de cambiar la ley sobre el tiempo de duración de las campañas, diez días sobran para dar a conocer un programa electoral, teniendo en cuenta los medios que hoy en dia existen, sobre todo las redes sociales, estas campañas se están haciendo pesadas y aburridas, la gente ya lo tiene claro si votará o no a uno o a otro, los partidos deberían de replantearse está forma molesta de pedir el voto