Una vez más, la rápida y efectiva actuación de los cuerpos de seguridad se ha saldado con una detención, apenas unas horas después de los terribles hechos que sucedieron en la noche del pasado domingo en el Príncipe, cuando se produjo un tiroteo en plena calle, sin importar los vecinos, entre ellos niños, que estaban en la vía pública con motivo de la ruptura del ayuno.
Unos hechos más que condenables que además han sumido a esta barriada en un completo sentimiento de indignación porque están hartos y cansados de tener que convivir con este tipo de violencia y, encima, ser criminalizados por el mero hecho de vivir en el Príncipe.
No todo el mundo en el Príncipe es así. No todos tienen armas o drogas en sus casas. Hay mucha gente en este barrio, que pese a las carencias que sufren y a la marginación, se gana la vida honradamente y no busca en el ilícito su subsistencia.
No hay que generalizar, porque lo que realmente hay que pensar es que muchos de estos vecinos son víctimas de este clima violento que llevan denunciando desde hace tiempo.
Son los mismos vecinos, a través de sus representantes, los que piden más vigilancia, más seguridad en sus calles y no quieren esperar a que ocurra una desgracia, como la que podía haber pasado el domingo, para que se tomen las medidas adecuadas para dotar a estas personas de los mismos servicios con los que se cuentan en otros puntos de la ciudad.
Este tiroteo debe servir como una advertencia de que el Príncipe necesita ser atendido, no se puede meter a todos sus habitantes en el mismo saco, dejarlos allí a su suerte y tener que lamentar en un futuro alguna tragedia.
No se lo merecen porque, ante todo, estos vecinos son las víctimas directas de este problema.
No!!! Ja..,ja.. ja.., que bueno , negar lo obvió es lo más fácil en esta perla, de patéticos subvencionados