Son imágenes ya rutinarias, constantes, diarias... que incluso podrían dejar de ser noticia. Pero el riesgo que para la vida supone cada una de estas escapadas les hace asomarse a la ventana de los medios de comunicación cada vez que alguien capta con su teléfono móvil las llegadas de inmigrantes. Así ha ocurrido en Algeciras, en cuyo puerto se ha captado la salida de un joven magrebí, en traje de neopreno, que se había ocultado en uno de los buques que partió de Ceuta. Levanta sus brazos en señal de victoria después de cumplir una travesía escondido en uno de los ferry. Como él, esta escena la repiten a diario más compatriotas. Muchos son interceptados antes de salir, pero hay quienes burlan el control y llegan a la Península, aunque hay otros de los que nunca nada más se sabe.
Son rutas peligrosas, pero las únicas por las que optan aquellos que no pueden abonarse una salida en patera.