En punto, a las 19.30 horas, la puerta posterior de la iglesia de San Francisco se abría para que el Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia saliese bajo la expectación de multitud de ceutíes que esperaban verlo. Aunque a mediodía la incertidumbre se cernía sobre esta hermandad agustiniana de penitencia a causa del mal tiempo, finalmente la lluvia dio una tregua en la tarde del Jueves Santo y sus titulares lograron el beneplácito del cielo para poder procesionar por las calles de Ceuta.
El cortejo del Cristo, compuesto por acólitos y penitentes, además de la banda cordobesa de Cornetas y Tambores de la Virgen de la Luna de Villanueva, ocupaban gran parte del largo de la calle mientras los costaleros hacían los movimientos oportunos que dirigían los capataces, para que la imagen pudiera salir esplendorosa de la iglesia. Una vez encaminada, comenzó la estación de penitencia a buen paso y con la tranquilidad de un cielo despejado y unas calles ya casi secas.
Minutos después era Nuestra Señora de Las Penas, al ritmo del himno de España, la que salía de la iglesia para encontrarse con los fieles que la alababan desde la acera de la calle Cervantes. Muchos de ellos llevaban más de una hora esperando para poder coger un buen lugar y ver la salida de ambas imágenes, aprovechando el momento para tomar alguna fotografía o vídeo con sus teléfonos móviles. Fue la primera levantá la que despertó el aplauso de todas las personas que esperaban con emoción la salida de la virgen.
La estrechez de la calle provocaba que mientras los costaleros sacaban a Nuestra Señora de las Penas del templo, su cortejo tuviera que verse frente a frente hasta que se diera el espacio suficiente para iniciar su camino en procesión. Durante ese tiempo, muchas devotas destacaron el detalle de las flores blancas del palio de la virgen, que contrastaba con el azul intenso de su manto.
Los más pequeños volvieron a robar por unos instantes el protagonismo a la virgen, ya que esperando en la plaza de los Reyes se encontraba el grupo de acólitos que procesionó junto con la titular e iba entregando pequeñas estampitas que guardaban en sus canastillas. También, como cofradía agustiniana, los símbolos de este colegio estuvieron presentes.
Ambas imágenes se encontraron acompañadas en todo momento por un gran número de ciudadanos y muy de cerca por los costaleros que esperaban su turno para el cambio de cuadrilla.
La Fervorosa y Agustiniana Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia y Nuestra Señora de Las Penas ha procesionado este año con una renovada directiva que ha podido lucir, gracias al buen tiempo, todo el esplendor de sus titulares por las calles de nuestra ciudad. También tuvieron el honor de recuperar la Gran Vía como Carrera Oficial después de la remodelación de la avenida Sánchez-Prado y aledaños.