El deterioro del Paseo de la Palmeras se ha hecho notorio desde que empezó a absorber todo el tráfico rodado tras el cierre de la calle Jáudenes. Tal y como reconoce la Ciudad, esta vía estaba contemplada, en un inicio, para ser un paso semipeatonal, donde también transcurriera el tránsito de los vehículos públicos, pero no está diseñado para que pasen todos los vehículos que ahora lo ocupan como vía alternativa desde que se inició la obra de mejora de la Gran Vía y su entorno.
Desde que inició la obra, hace ya un año, el flujo vehicular aumentó, pero no fue hasta el cierre de Jáudenes cuando se convirtió en la única vía de paso para cruzar el centro de la ciudad a la altura de la avenida Sánchez-Prado.
Por ello, desde que empezó a deteriorarse, el Paseo de las Palmeras se ha convertido en un peligro para peatones y vehículos, ya que luce lleno de agujeros y las losetas están en constante movimiento. Algunos de estos huecos se han solventado con planchas metálicas que lejos de solucionar el problema, se han convertido en un incordio para los vecinos, por el ruido que emiten los coches al pasar y porque han terminado por ceder.
Los taxistas fueron los primeros en denunciar el mal estado de esta calzada, que presenta hundimientos en gran parte de su recorrido y que siempre está sometida a alguna reparación. Algunos han sufrido daños en sus vehículos, sobre todo en ruedas y suspensión, todo ello por las chapas que han colocado en la zona más cercana a la Plaza de la Constitución, las cuales, por el paso continuo de coches, se han hundido, convirtiéndose en un peligro, sobre todo a las personas que caminan por ellas.
La Ciudad es consciente del daño sometido a esta vía, pero asume que hasta que no terminen las obras tanto en Gran Vía como en Jáudenes, no se podrá empezar a trabajar en él. No obstante, los técnicos están trabajando en un proyecto para rehabilitación del pavimento, que se ha encargado ya, y que está dentro de las acciones incluidas en el Plan de Barriadas.
Hasta entonces y con miras a la llegada de la Semana Santa, los que se acometerán son pequeñas reparaciones para tapar los desperfectos que ahora presenta. Asimismo, sigue abierto el debate histórico de si, una vez culminada la obra de mejora del centro, terminar por cerrar el Paseo de las Palmeras al tránsito vehicular.
Tanto dinero para obras para ascensores en las playas y tus ciudadanos pasando hambre y penurias☹