El Gobierno ha decidido retomar un convenio vigente, pero con muy poco uso, entre la Guardia Civil y Salvamento Marítimo, en base al cual agentes del Instituto Armado pueden embarcar en las naves “como refuerzo de seguridad”. El Ministerio del Interior asegura que la presencia de guardias civiles en los barcos no será generalizada, pero no aclara con qué criterios se aplicará, según ha adelantado el diario El País.
Esta decisión se enmarca en un momento de tensión y de acusaciones de ‘apagón informativo’ dirigidas contra el Gobierno, debido a la nula publicación de informaciones en redes sociales sobre los rescates de inmigrantes. Ya se ha producido esa primera asignación de agentes, en concreto tres guardias civiles a la plantilla del ‘Clara Campoamor’.
La polémica está servida, puesto que la decisión se produce justo después de que el propio Gobierno haya anunciado la necesidad de rebajar la entrada de inmigrantes. Se busca por tanto una especie de ‘selección’ a la hora de localizar embarcaciones, haciendo que también los guardacostas marroquíes amplíen su ámbito de control mientras que Salvamento limite su papel en la búsqueda de desaparecidos.
La inclusión de agentes de la Benemérita en los buques de Salvamento cambiará radicalmente el papel de estas unidades en cuanto a la impresión que generan en los inmigrantes rescatados. Se alerta incluso de que su presencia puede influir en las labores de rescate.
La constitución del Mando Operativo Único, a las órdenes del general de División de la Guardia Civil, Félix Blázquez, coordina todas las misiones generadas en el Estrecho en uno de los periodos de mayor presión migratoria, sobre todo representada por marroquíes y argelinos.