El Salón Internacional de la Edición y el Libro de Casablanca (SIEL) celebra este año su 25 edición y tendrá a España como país invitado, que llevará "El viaje de las lenguas" para homenajear a su literatura y hablar de los puentes culturales.
La feria, del 7 al 17 de febrero, fue presentada hoy en Rabat por el ministro marroquí de Cultura, Mohamed Laarej, y la subdirectora general de Promoción del Libro de España, Begoña Cerro, quien desgranó las actividades que tendrán lugar en el pabellón español, donde se expondrán 700 libros y se dictarán más de 40 conferencias.
Entre esas actividades, sobresalen sendos homenaje a dos creadores fallecidos: Juan Goytisolo, el escritor que mejor encarnó el acercamiento entre España y Marruecos, y el poeta José Miguel Ullán.
Los traductores de literatura española al árabe y viceversa también tendrán dedicados varios talleres, uno de ellos con el significativo título de "Invisible tarea de titanes", y a ello se sumará una conferencia del arabista español Federico Corriente.
No faltarán espacios dedicados al ensayo y la nueva novela española, a los creadores marroquíes en lengua española, a la dramaturgia española contemporánea ni un concierto de flamenco de la sevillana Laura Vital con un violonchelista tangerino.
Por lo demás, el SIEL, que aspira a convertirse en uno de los referentes africanos del libro, acogerá este año en las instalaciones de la Feria de Casablanca (20.000 metros cuadrados) a 712 expositores con una oferta de 128.000 títulos, de los que dos terceras partes son en árabe y el resto mayormente en francés.
Se prevé la participación de 350 intelectuales, novelistas y poetas en las catorce actividades que se celebrarán por día y que culminarán con la entrega de tres premios: uno de poesía, otro de literatura de viajes y un tercero de lectura.
Con respecto a la polémica aparecida en años anteriores sobre la presencia de libros de contenido religioso extremista, el ministro Laarej dijo que existen comisiones de los ministerios de Cultura y Comunicación que se encargan de que "no tengan sitio en el Salón" los libros contrarios a las "constantes marroquíes" sobre el islam y el extremismo.
Marruecos, declaró guerra contra el idioma castellano hace muchos años, porque ya no recibe las subvenciones y presupuestos para la difusión de la cultura y lengua española.
Cerraron las puertas a los filólogos licenciados en filología hispánica, ya no hay puestos para profesores de español.
Nos dio una patada y nos desprecio frente a otros idiomas.
Luego hablan de semenarios y relaciones entre cultura, y todo es a base de dinero, dinero y solamente dinero.