Han sido muchos años y muchas personas con las que hemos compartido el CAMINO y es importante resaltar que durante todos ellos la convivencia y relación personal ha sido impecables.
Como es lógico cada uno de los caminantes tienen su propia personalidad, su motivos para hacer la peregrinación, edades, estado físico, humor e incluso su calendario.
Y esto es lo primero, tratar de conciliar fechas, ruta a realizar, distancia a recorrer cada día, forma de llegar hasta el lugar de inicio. Al final con generosidad y buscando el bien de la mayoría se consigue.
Durante cada etapa puede lesionarse alguno, siempre trataremos de apoyarle, solucionarlo o incluso evacuarlo si fuera necesario, pero nunca abandonarlo a su suerte.
Gracias al Apóstol en estos muchos años no hemos tenido ningún problema grave, pero sí una larga variedad de cosas que nos puede dificultar seguir. Podemos enumerar algunas: picadura de un tábano, llagas dolorosas, tirones musculares, cansancio, un dolor de hospital de un cólico nefrítico, una rodilla afectada e incluso un ataque de dos perros con bocado incluido. Pero en todos los casos, solucionado satisfactoriamente.
Importante reconocer la eficacia y profesionalidad de los servicios de urgencia y/o seguridad.
Luego viene la convivencia de grupo, como decíamos nuestra experiencia siempre ha sido muy agradable, a pasar de las diferencias naturales, pero ha primado la voluntad y el deseo de agradar y sobre todo tener la paciencia de soportar las bromas de los más bromistas que a veces pueden ser algo pesadas o inoportunas.
Es mi deseo nombrar a todos los que nos han acompañado, lógicamente evitaremos sus apellidos y lo importante es valorar la cantidad que personas que nos acompañaron e incluso reconocer con orgullo que en la mayoría de los casos, se iniciaron como peregrinos con nuestro grupo y muchos se sintieron tan reconfortados que han seguido haciéndolos otros años.
Desde el Año 1999; Tomás, Jorge P., Juan Antonio, Javier C, Pedro, Antonio B., Pepe, Francisco, Paco, Jesús, José Antonio, Javier F, Antonio M, Rafael, Raimundo, José Ignacio, Javier C, José Luis, Rafa, Rafita, Jorge F.
El CAMINO nos hace especialmente receptivos y comprensivos.
Federico