Ha sido tajante en su respuesta, aunque no ha convencido a la portavoz de MDyC, Fatima Hamed, en su interpelación sobre la puesta en marcha de un banco de libros para Bachillerato y Formación Profesional, un compromiso sellado en el pleno del 31 de octubre de 2017, pero que casi un año después aún no ha visto la luz.
El consejero de Educación y Cultura, Javier Celaya, ha justificado que el intento de la Ciudad por establecer un banco de libros en estos niveles educativos ha chocado con las “relaciones sociales de adolescentes de entre 16 y 18 años, que son diferentes a las de un niño de Primaria. Ellos prefieren dárselo a un amigo y se lo donan entre particulares o hay quien los revende”.
Celaya se ha defendido de las acusaciones de Hamed de “no haber hecho nada ni favorecer las donaciones entre alumnos”, asegurando que el compromiso de su Consejería se centró en fomentar la donación de libros a través del personal del convenio Ciudad-MECD, dado que en ese momento “no había presupuesto ni se contemplaba el programa de gratuidad de libros en Bachillerato y FP”.
Ante las críticas de la portavoz de MDyC y su ‘invitación’ a “no votar las propuestas que no vean viables o que no tengan ganas de llevar a cabo”, Celaya ha vuelto a comprometerse a elevar el asunto al Consejo de Gobierno, pese a reconocer la “dificultad” para aprobar la gratuidad o incluirla en la partida de los Presupuestos de la Ciudad del próximo año, tal y como solicitaba Hamed. “No podemos lanzarnos a este tema cuando aún no hemos cubierto la gratuidad en los libros de ESO”, manifestaba Celaya
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