Las lluvias torrenciales de la pasada semana también han tenido su repercusión en el arroyo del parque de San Amaro cuyo cauce, en su zona más alta, se ha visto afectado por los desprendimientos de rocas procedente del monte Hacho.
El trabajo de encauzamiento y limpieza del arroyo, efectuado dentro del proyecto de recuperación de la zona que dio comienzo hace unos meses, ha quedado anulado por la ingente cantidad de tierra que se ha visto arrastrada desde los montes cercanos.
Aunque la obra no se verá afectada por estos desperfectos, según apuntaba el redactor del proyecto, Ángel Moreno, sí que se baraja la posibilidad de mantener algunos muros de contención en ciertas zonas, dadas las características del Monte Hacho, “al no tener casi vegetación la tierra no se contiene”, explica.
Aunque la Consejería de Fomento está efectuando una valoración de los desperfectos sufridos en la ciudad, todavía se desconoce si un porcentaje de esta partida se destinaría a la limpieza del arroyo, según apunta la consejera de Medio Ambiente, Yolanda Bel, “si los destrozos no son muy graves la propia empresa que está ejecutando la obra puede encargarse de la limpieza y la canalización”. En caso contrario, y una vez emitido el informe de los técnicos, la Ciudad se haría cargo de ejecutar esta actuación, incluyéndola en la evaluación económica.
La obra del parque de San Amaro se enmarca dentro de un proyecto de recuperación de una de las zonas más emblemáticas de la ciudad. El proyecto dio comienzo hace unos meses y estaría concluido en septiembre, aunque la empresa adjudicataria se ha comprometido a abrir al público la zona de acceso una vez finalizada, independientemente de la continuación de las obras en la parte alta del parque.