La razón de endeudamiento de la Ciudad se quedó al cierre del año pasado en 0,47. Esa es la ratio que refleja el cociente entre las deudas a largo y corto plazo y el total de activos, indicando el grado de endeudamiento de una entidad en relación a las respuestas de sus activos, y su valor óptimo está “entre 0,4 y 0,6”, según recoge el informe de la Intervención. El ejercicio anterior se cerró en 0,5, tres décimas más alto.
La “razón ácida” de la Administración autonómica (el cociente entre el activo corriente sin el inventario y el pasivo corriente) se situó al final del año pasado en 1,3 (el ejercicio anterior se quedó en 1,7). Mide “la capacidad más inmediata que posee una entidad para enfrentar sus compromisos a corto plazo” y su valor es más “óptimo” cuanto más se acerque a 1, por lo que ha mejorado en cuatro décimas.
El resultado positivo consolidado del año pasado fue, para la Ciudad Autónoma, de 23,4 millones. El ahorro del anterior ejercicio se situó en 21,7.