La estricta aplicación, por parte de la Universidad de Granada, de la Ley de Protección de Datos Personales con los alumnos que concurrieron a la Selectividad ha generado un gran problema en los centros educativos de la ciudad para poder procesar las actas de sus respectivos estudiantes.
Esta medida se ha aplicado este año por primera vez de manera tajante y ha sumergido a los centros en un laborioso trabajo de ‘investigación’ para lograr averiguar la nota que corresponde a cada estudiante, ya que Granada no solo se ha negado a publicar la relación de notas con nombres, sino que le ha negado tal información a los equipos directivos y docentes, cuyos únicos datos son los de una relación de calificaciones relacionadas con un asterisco.
La inspección educativa de la Ciudad ha sido la encargada de presentar una reclamación en la sede nazarí, ya que a los funcionarios del Ministerio también se les ha negado dicha información.
Aunque desde hace años las distintas universidades se acogen a la citada ley y no emiten un listado público con nombres, siendo los propios alumnos los únicos que pueden acceder a sus calificaciones a través de una clave de acceso proporcionada con anterioridad, no se había aplicado con los equipos docentes.
De hecho, según han informado a este medio desde los centros de la ciudad, Granada ha sido la única sede andaluza que este año ha optado por la vía más estricta.