Nuevamente los bomberos ceutíes se han visto en una situación de verdadera inseguridad. Los mandos del SEIS se muestran preocupados porque entienden que se está produciendo un cambio en las fórmulas de apedreamiento que hasta ahora se han empleados en los alrededores de la barriada Príncipe Alfonso. Narran que ha sido el mayor apedreamiento de la historia del cuerpo.
Algunos de estos cambios están en la cercanía en que se ha producido el lanzamiento, que ya no son menores sino jóvenes alrededor de los veinte años, todos actuaron con las caras tapadas, nunca había ocurrido en pleno corazón de la barriada, además de denotar una mayor agresividad.
Es preocupante porque los datos apuntan a que están siendo apedreados un par de veces a la semana. Las autoridades deberían reflexionar porque un día va a producirse una desgracia y entonces vendrán las lamentaciones.
Por supuesto, que la falta de personal es obvia en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Los mismos sindicatos afirman que no pueden dejar de prestar un servicio a la ciudadanía, pero que tampoco pueden ir de manera continua a exponer su seguridad. Bueno sería reflexionar, pero todos sin olvidarse nadie. Es un mal endémico de una sociedad donde algo debe estar fallando.