La problemática de los desguaces improvisados e ilegales que empiezan a ser más numerosos y más abundantes en nuestra ciudad requiere de una respuesta inmediata. La labor policial de denunciar y abrir los expedientes para el cierre de estos espacios y su limpieza chocan frontalmente con la lenta burocracia en la tramitación en el área de Fomento que compete este asunto. En las páginas de hoy podrán comprobar cómo la labor de la Policía Local, ágil en esta materia, se ve echada por tierra por la lenta tramitación administrativa. La problemática que envuelve a los desguaces ilegales no solamente requiere una actuación para atajar los motivos que causan esta situación sino que requiere también de una respuesta inmediata para su eliminación. Sería interesante que este tipo de expedientes se tramitaran con una mayor agilidad en la medida de lo posible o, de alguna manera, se le diera prioridad en la actividad diaria del área de Fomento a este tipo de expedientes.
No solamente por la importancia que tiene para prevenir la contaminación de nuestro entorno natural, sino también una rápida actuación podría disuadir a los que se sientan aún tentados en dejar sembrado nuestra ciudad de chatarra. Expedientes con un carácter de peligro medioambiental y de convivencia deberían ser los primeros en el montón de expedientes a tramitar. Sobre todo para que la labor de la Policía Local no caiga en saco roto y en cuestión de días un desguace expedientado continúe su actividad como si nada. Se trata, en definitiva, de solucionar la pescadilla que se muerde la cola en este asunto.