El goteo de jugadores con los que no podrá contar Sergio Scariolo en su selección de baloncesto de cara al Campeonato de Europa de este año continúa.
A las conocidas bajas de José Manuel Calderón, Juan Carlos Navarro y Ricky Rubio se ha unido la recientemente anunciada ausenciade Marc Gasol, previsible si tenemos en cuenta su renovación por elmáximo con Memphis Grizzlies y el poco interés de la franquicia en quesu bien más preciado arriesgue su tipo y, al mismo tiempo, se cargue de fatiga durante el verano.
El “no” de Marc Gasol es una auténtica pérdida para la zona del equipo español. En primer lugar, porque actualmente es, de lejos, el mejor pívot nacional. Hoy, su estado de forma y proyección sobre el campo son incomparables con los de ningún otro jugador español que se dedique a campar por la pintura. En segundo lugar, el desvanecimiento de Marc se une a la elección de Nikola Mirotic por delante de Serge Ibaka por parte de Scariolo, provocando un grave desequilibrio defensivo puesto que supone la pérdida de los dos mayores especialistas defensivos interiores de la selección. Pau Gasol, Mirotic y Víctor Claver son jugadores útiles en ataque, especialmente los dos primeros, pero no son grandes defensores. Felipe Reyes sí es un interior más propenso a la brega, pero no parece que sea suficiente en un torneo de estas características.
La decisión de optar por Mirotic en lugar de Ibaka ha podido deberse a una excesiva confianza de Scariolo en la posible presencia de Marc, o bien en su hipotética seguridad de que las cuatro piezas citadas son más que suficientes para trenzar una sólida defensa interior. Incluso, tal vez, el italiano crea que en este europeo no habrá grandes necesidades defensivas en la zona tras haber analizado a los equipos rivales.
El perímetro de la selección también adolece de bajas relevantes como las de Calderón, Navarro y Rubio, pero su problema no se encuentra en la construcción de un quinteto titular, puesto que disponen de Sergio Llull (en un estado extraordinario), Sergio Rodríguez y Rudy Fernández, sino a la hora de dar descanso con solvencia a estos jugadores cuando sea necesario. Probablemente este sea un muy buen momento para ir adaptando nuevas piezas jóvenes al equipo y forjar la que en unos años será la nueva generación de la selección, un trabajo que quizá no se ha llevado a cabo debido a la cantidad de grandes jugadores de los que ha gozado España, los cuales han obstruido la progresión de los novatos en la absoluta.
Aún quedan algunas semanas para terminar de perfilar los integrantes de las distintas selecciones y rodarlas pensando en el torneo que se disputará en septiembre, por lo que aún parece pronto para juzgar el posible rendimiento de los diferentes equipos nacionales. Pero lo que sí se puede avanzar es que España no tendrá opción alguna para hacerse con el campeonato si repite una actuación igual de bochornosa que en el pasado Mundial. Esperemos que se haya aprendido algo de aquella penosa experiencia tanto sobre la cancha como fuera de ella.