La política de inversiones y la carencia absoluta de un control posterior hace que nos topemos con instalaciones que, si bien fueron reformadas en su día, están experimentado una degradación producto de la más absoluta dejación.
Uno de los casos más insultantes es el de la ‘Sirena’ de Punta Almina, a cuya apertura asistimos todos los medios de comunicación para comprobar en qué se habían gastado los 1,2 millones invertidos para su restauración. Ahora, tres años después, el edificio no solo está cerrado, sino que es objeto de constantes actos vandálicos y una degradación imposible de frenar a no ser que se gaste más dinero.
La ‘Sirena’ no es el único ejemplo. Tenemos a la vista de todos lo ocurrido con el antiguo Hospital de la Cruz Roja, cuyo envejecimiento se produce a marchas forzadas desde su abandono. Ejemplo de obra sin uso en una ciudad que, paradójicamente, reclama suelo para construir centros o altera el inicial sentido de un albergue (tan necesario) para ser usado como centro de menores evitando así una denuncia en toda regla. La vieja casa militar de La Esperanza, en el Hacho, cerrada, sin uso, en donde se ha tenido personal del Plan de Empleo para vigilarla (qué uso más provechoso). Y podemos seguir con obras, las que quieran, que se iniciaron, dieron pie a infraestructuras para su uso inmediato que, incongruentemente, nunca se han puesto operativas.
Hay veces que intento buscar una explicación a esto que sucede a la vista de todos. Sería demasiado extremista pensar que hay un interés en el estancamiento, en el nulo avance, porque de ser así sería para sentar en el banquillo a más de uno, acusados de no hacer lo que deben, de mirar hacia otro lado, de ser unos inmorales con el destino necesario y obligado para los que no solo residimos aquí sino que hacemos la vida en Ceuta, sin usar a esta ciudad solo para sangrarla a costa de obtener beneficios fiscales.
No puede haber tanta torpeza, tan poca colaboración, tal bloqueo burocrático detrás de un mal uso, de una falta de conciencia, de una dejación que impide sacar provecho de lo que ya tenemos.
Alguien debería responder por esto en vez de mirar hacia otro lado cada vez que denunciamos, cual ‘erre que erre’, siempre las mismas historias. Y no hacen nada. Y aumenta la rabia. Y esto pasa ahora porque también pasó ayer... y temo que sea ya una ‘marca’ de la casa.