Acefep conmemoró ayer el Día de la Salud Mental. Y lo hizo como siempre, luchando contra los prejuicios que esta sociedad sigue teniendo hacia quienes padecen alguna enfermedad de este tipo.
Los manifiestos, las mesas informativas, los comunicados ayudan a que la sociedad abra sus ojos y sepa romper las barreras, aunque lo suyo sería que este tipo de jornadas no tuvieran que celebrarse más porque significaría que por fin estamos viviendo en una sociedad abierta, capaz de asimilar que todos nosotros podemos ser susceptibles de sufrir una enfermedad mental.
Quizá si alcanzáramos ese desarrollo seríamos capaces de ver con otra mirada a ese hombre o esa mujer que está sufriendo a nuestro lado por el desprecio social al que le arrojamos.
Nosotros mismos, quienes trabajamos en medios de comunicación, somos los primeros imprudentes a la hora de informar. Nosotros somos los primeros que deberíamos ayudar a que esos prejuicios, ese estigma fueran desapareciendo. Acefep lleva años trabajando en esa línea, psiquiatras de prestigio reconocido en la sociedad han sido entrevistados y nos han dado una auténtica lección advirtiéndonos de que cualquiera de nosotros puede sufrir en cualquier momento una enfermedad mental. A pesar de eso seguimos cayendo en el mismo error, seguimos atrapados en esa absurda soberbia mezclada con un desconocimiento absoluto que nos lleva a no tener respeto por quien no tiene ni que ocultarse ni avergonzarse. Aprendamos de una vez. Trabajamos por el día (sin).