Resulta que una llamada “Asamblea Nacional de Cataluña” ha anunciado que van a crear el “Exèrcito Català”, las “Forçes armades” catalanas de tierra, mar y aire; algo así como la “Gran Armèe” napoleónica.
Dicen que es para oponerse con la guerra de guerrillas a una posible invasión de los “vecinos” de Cataluña; o sea, para enfrentarse a España que les sostiene con el dinero público de todos los españoles y para romper el Estado que lo es desde el reino visigodo hace 1.300 años. Luego el Consejero Homs ha simulado un desmentido fingiendo ponerles de “burros”. Pues bien, señor Homs, como hay un viejo axioma jurídico que dice: “A confesión de parte, relevación de prueba”, le tomo la palabra, porque si tan alto líder separatista llama “burros” a los suyos, inequívocamente, queda probado que lo son.
Pero ni siquiera haría falta que lo hubiera dicho, porque es público y notorio que son “burros” por la serie de grandes “burradas” que a diario cometen; porque mira que hay que ser “burro” para haber creado con fondos público de todos los españoles todo ese entramado de organismos ilegales que ahora quieren coronar con un ejército catalán para atacar al propio Estado que les da el dinero. Empezaron amenazando con que iban a pedir ayuda al ejército francés, luego que al del Reino Unido, después que fragatas de la OTAN con pabellón catalán combatirían la piratería somalí, etc. Y dicen alto y claro que ellos no luchan contra el mundo, sino “contra el Estado opresor español”. ¿Se puede oprimir más que impidiendo a los niños de Cataluña aprender en español en contra de la Constitución?. Y todos los días provocan, retan y desafían al Estado con que “quiera o no España, Cataluña se independizará, sí o sí”, ultrajan la Bandera española, se mofan de las leyes y sentencias de los Tribunales, dividen a los españoles en “malos” y “buenos”, según hablen castellano o catalán, y siembran el odio entre unos y otros.
Pues, copiando a Homs, todavía hay muchos más “burros” y “burradas” separatistas que los que él así ha llamado. Porque, ¿se puede ser tan “burro” y perpetrar mayores “burradas” para no enterarse todavía de que el referéndum y la independencia que quieren son inconstitucionales, que “su” derecho que llaman de “decisión” no existe?. Si lo dicen el Derecho Internacional y la Constitución, y así lo han declarado el Tribunal Constitucional y el Parlamento de España. Y con tanto clamar por su sacrosanto derecho a independizarse, ¿por qué luego en el Parlamento catalán acaban de aprobar que el Sahara, Palestina y Kurdistán no pueden tener ese mismo derecho que para ellos sí exigen?. Y hay que ser “burro” y tener el rostro de cemento armado para ir diciendo “burradas” tan enormes como que Cataluña es la “nación” más antigua del mundo, que Felipe V les arrebató “su” independencia, que los catalanes son de “otra raza distinta a los españoles”; o que un ilegal Institut de Nova História creado por la Generalidad asevere sin rubor que Colón, Cervantes, Santa Teresa de Jesús, Hernán Cortes, Diego Almagro, los hermanos Pinzón, Elcano, el Cid Campeador, Erasmo de Roterdam, Leonardo da Vinci, Magallanes, Miguel Ángel y Lutero, pues todos ellos eran catalanes por casta, formación u origen. A Miguel Servet, nacido en Huesca en 1511, lo presentan como “catalán universal”; y el Descubrimiento de América dicen que lo realizó una empresa catalana de la que se apropió España. Qué pena de dinero público dilapidado por quienes se llaman “historiadores” de ese Institut catalán. ¿No serán separatistas ayunos en Historia?
Si hasta se atreven a decir y presentar “burradas” tales como que el Servicio Meteorológico catalán presenta el tiempo con un mapa de los llamados “Países catalanes”, encabezados por Cataluña y formados por a Aragón, Valencia, Baleares y Murcia, porque dicen que existió su “reino histórico”, su “casa real catalana” y su “imperio catalán”. ¿Pero cómo se pueden ir por la vida diciendo tantas “burradas”?. ¿Es que tan “burros” son para no darse cuenta de que quienes tan torpemente se comportan se desprestigian a sí mismo y hacen el más grande de los ridículos?. ¿Pero cómo la intelectualidad catalana puede soportar tal serie de patrañas, mentiras y falsedades?. Creo que ya está empezando a reaccionar. Los días 11 al 13 de julio, se celebra en Vich el “I Congreso de Catalanidad Hispánica”, para tratar de poner coto a esa serie de “burradas”, que constituyen una absoluta falta de respeto a la inteligencia de los verdaderos historiadores catalanes y españoles, y también a ellos mismos, los que manipulan, retuercen, tergiversan y ponen al revés la verdadera Historia. Y también va abriéndose paso “Sociedad Civil Catalana” contra el separatismo.
Y es que los separatistas catalanes no agotan su capacidad de sorpresa con la serie de exabruptos que un día sí y el otro también nos propinan; porque como para gobernar su pueblo no dan más de sí, se las tienen que ingeniar para llamar la atención a diario con ocurrencias estrafalarias siempre teñidas de victimismo, como el “España nos roba”, “España nos expolia”, “La España subsidiada vive a costa de la Cataluña productiva”, etc. Esa es su forma de “piarla”. Pedirle a esta gente que se comporten de forma seria, sensata, con moderación y sentido común, eso es ya exigirle demasiado. Por eso, para qué va a perder uno el tiempo. Ahora tenía yo el propósito de tardar en entrar al “trapo” de tantas necedades, tonterías y sandeces como dicen y hacen; pero es que son tan gordas, que terminan soliviantando hasta al más paciente, y al final uno no tiene más remedio que preguntarse, pero bueno, esta gente, ¿de qué van por la vida?. ¿Es que, encima, se creen que ellos son los listos y todos los demás españoles somos tontos?.
Y lo raro es que el pueblo catalán que, en general, es culto y suele saber ser y estar y forma una sociedad activa y civilizada, pues les aguante tanto a esta clase de especímenes secesionistas que no han hecho sino ir de fracaso en fracaso gobernando, llevando a los catalanes a niveles de pobreza y de ruina social y económica antes nunca conocidos. No hay más que ver que, aparte de los descalabros electorales tan vergonzosos de Mas y los suyos, sólo de enero a julio de este año ha caído la inversión en Cataluña el 51%, cuando en Madrid ha aumentado hasta sextuplicarla. Y, claro, caídas tan estrepitosas sólo se pueden ocultar abanderando su independentismo trasnochado, jugando con el sentimiento de las personas a destruir España, que tantas cosas tiene en común con Cataluña desde hace tantos cientos de años.
Creo que el problema trae causa de que el Estado ha mimado demasiado a Cataluña y al País Vasco por el hecho de que su industria y comercio venden allí más de cara a Europa. En la década 1950-60, les crearon polos de desarrollo y se trasvasaron numerosas industrias, empresas, partidas presupuestarias y mano de obra barata para que ellos hicieran su “milagro económico”, que no lo hubieran podido hacer si no se les hubieran inyectado tantos recursos, medios y dinero público. Y eso les hace creerse que son los amos de España. Pero ahora mismo Cataluña no ha quebrado gracias al Estado. De los 71.000 millones de euros que entre 2012 y 2013 se han dado a las Autonomías a través de FLA y otras líneas de financiación, 24.039 han sido para Cataluña (8.758 en 2012 y 15.281 en 2013). Le siguen Valencia con 15.960. Andalucía, mucho más extensa y con bastante más población, recibió 12.230. Y Madrid, que es la Autonomía que más aporta al Estado, sólo recibió 1.257 millones. Ello explica que su Consejero de Hacienda, Mas-Colell, clame porque el conflicto soberanista no afecte a la financiación, cuando es ese mismo conflicto el que ellos explotan para chantajear al Estado, diciéndole: “O nos dais más dinero o la armamos”. Para despilfarrarlo creando instituciones ilegales para irse de España. Entonces, ¿quién roba, España a Cataluña, o Cataluña a España?.
Y ¿dónde está también el Estado de derecho que haga respetar en Cataluña la Constitución, la Ley, las sentencias de los Tribunales y tantas otras cosas españolas que los separatistas han hecho allí desaparecer?. Los radicales nacionalistas se saltan allí a “pie juntilla” y se ríen a carcajadas de todo lo que sea español. Y de ahí viene el origen del problema, de mirar el Estado para otro lado, de haber dado a Cataluña mucho más de lo que la Constitución permite; de haber condescendido en exceso con los independentistas desde aquél: “Lo que venga de Cataluña será aprobado en Madrid”, pasando por la actual pasividad de cerrar los ojos y dejar de hacer y dejar pasar. Sí, ya sé que se les dice que “que el referéndum no se va a celebrar”; pero noviembre está ya a la vuelta de la esquina y se les sigue permitiendo todo, y cada día están más crecidos creyendo que se les teme, actuando ya dentro y fuera de España como si estuvieran en abierta rebeldía y en sedición. Y, en un Estado democrático y de derecho, sus actos están perfectamente legitimados para hacer cumplir la Constitución y las Leyes. Y a los separatistas no se les puede dejar de atentar contra el Estado español todos los días, ni de dividir a los españoles y sembrar el odio y la animadversión contra el resto de España. El artículo 155 constitucional, que autoriza la suspensión de la Autonomía que incumpla sus deberes constitucionales y los demás artículos que tanto proclaman la unidad indisoluble de España, están para algo. ¿Por qué no se exige a Mas y los suyos que cumplan y hagan cumplir la Constitución que juraron?. El estadista alemán Otto Von Bismark, dijo: “La nación más fuerte del mundo es, sin duda, España. Siempre ha intentado autodestruirse y nunca lo ha conseguido. El día que dejen de intentarlo, volverán a ser la vanguardia del mundo”. ¡Qué bien nos conocía!.