Como es sabido, la barriada Colonia Romeu o La Almadraba está situada justo en el acceso a Ceuta y muy cerca de la frontera con Marruecos.
Por tanto es paso obligado de todos los viajeros marroquíes, españoles, de otros países de la Unión Europea o extranjeros en general. La situación en esta zona está descontrolada. La ausencia de vigilancia sobre edificaciones y la nula presencia policial que no sea de paso hacia la frontera, ha convertido a la barriada en una nueva zona sin control que se está convirtiendo en otra área sobre la que se perderá definitivamente la autoridad.
La situación urbanística ha contribuido a generar este caos, ya que desde 1994, hace 20 años, no se ha desarrollado el PERI y oficialmente no pueden realizarse construcciones, ni hacer obras. Un simple vistazo demuestra lo ocurrido al margen de las normas, en estos cuatro lustros.
Por otra parte, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que teóricamente debía solucionar la anárquica situación no llega nunca con muy variadas excusas y los proyectos de ampliación de la carretera se ejecutarán a largo plazo, mientras Marruecos acometió y terminó su zona con gran celeridad.
Efectivamente, desde 1994, hace nada menos que cinco lustros, la Ciudad ha ido retrasando la actuación urbanística sobre la Almadraba y ello unido al descontrol existente en la zona, genera innumerables problemas e incumplimiento. Una empresa con intereses en el área citada ha debido entregar un Informe en la Consejería de Fomento denunciando esta situación que está causando además cuantiosos daños.
No se trata solo de obras que han debido realizarse por los vecinos, al no resolver el problema urbanístico, sino que la también caótica situación de la frontera viene influyendo negativamente en la barriada: depósitos incontrolados de mercancías, piezas de coches abandonadas, aceites usados que se abandonan, instalación de mendigos en chabolas, basuras, rotura de puertas. Y desde luego las denuncias no dan resultado.
Hubo incluso la posibilidad de construir un hotel de tres estrellas en un solar disponible y, por las autoridades competentes, no se contempló tal oportunidad, quizás en base a la situación urbanística sin concretar.
Parece llegado el momento de que se aborde el problema de La Almadraba con un plan de urgencia o la ciudad terminará perdiendo el control total del barrio, como ha ocurrido en otras zonas de la ciudad. Y, en este caso, a la vista de todos los viajeros que circulan a o desde Marruecos.