No sé como empezar esta carta porque pocas palabras son para el hombre mas maravilloso del mundo, mi padre.
Hoy hace un año que te fuiste, mi corazón ya no late como antes, tú eras mi razón de vivir, siempre a mi lado, para lo bueno y lo malo fuiste el mejor padre, hermano, abuelo y amigo que una persona pueda tener. Me diste todo lo que se puede dar y el amor que nos distes a mi hermano y a mí, te sacrificaste por nosotros toda tu vida, la entregaste a tus gorditos, tus niños, lo que nunca abandonaste, a los que quisiste como a nadie.
Fuiste un gran hombre, ayudaste a muchas personas, todo el mundo que te conocía puede decirlo que eras el mejor.
Decirte que gracias por estar siempre ahí, al otro lado del teléfono donde siempre te encontraba y donde siempre te pedía un consejo, un abrazo, una mano o simplemente donde siempre te encontré en el centro de mi corazón.
Fuiste feliz con tus hijos y nietos que fueron tu alegría, ¡ay! Papá, como te echo de menos, cuánta falta me haces, ojala allí donde estés si de verdad existe el paraíso, tú tendrás el mejor sitio porque serás el ángel que siempre cuidará de nosotros. Me siento orgullosa de ti y orgullosa de estar a tu lado en tus últimos momentos y en tu último suspiro, agarrando tu mano, ¡ay! papá, nunca te olvidaré y nunca entenderé porque te fuiste.
TE QUIERO, PAPÁ.